domingo, 5 de abril de 2015

MULTAS (Página nº 3051)

Las multas tienen dos intenciones, ser correctivas y/o ser recaudatorias. En Daimiel, no solo en esta legislatura sino en la anterior, existe una resistencia administrativa a ambas, un deseo de recurrir a ellas lo menos posible, a poder ser nunca, y desde luego desde una decisión que es básicamente política.

Lo bueno sería que no hiciera falta ponerlas, eso significaría que el comportamiento cívico de los daimieleños sería inmaculado, ejemplar, y por lo tanto todos disfrutaríamos de una convivencia excelente que no haría necesario ni el aspecto correctivo ni ese otro recaudatorio que, desde luego, castigaría los bolsillos de los ciudadanos de modo injusto.

Lo que ocurre es que en Daimiel, como seguramente en la gran mayoría de localidades, el comportamiento cotidiano de algunos no propician esa imagen idílica y ejemplar y las multas, no dejan de ser un instrumento necesario e incluso eficaz para poder cambiar algunas actitudes y actos de esas personas. Y por eso no se entiende la resistencia a su empleo.

Recuerdo aquellos primeros días de grúa en Daimiel. En muy poco el uso anárquico de los aparcamientos, la falta de respeto a señalizaciones, fue pasando de la generalización a la excepción. Era curioso ver esas calles donde cada cual aparcaba en su lado de la acera convirtiendo la circulación en un slalom volver al orden respetando las quincenas que marcaban las señales, porque era evidente que una acción correctiva vinculada a una sanción económica tenía la virtud de que los usuarios de vehículos prestaran atención y respetaran lo marcado. Eso sí, pese a la efectividad, duró poco apelando a costes inviables y falta de personal, pero dejando claro su eficacia.

Sin embargo, políticamente, se ha decidido optar por una acción sancionadora levísima que no sabemos si encierra una consideración hacia la economía precaria, una opción para no perder votos con una aplicación más estricta, una esperanza en que la gente asese y sea capaz de cambiar su actitud por sí misma alcanzando cierta epifanía cívica, una falta de compromiso con los problemas reales de los daimieleños, una fe ciega en el civismo de los ciudadanos o no se sabe qué, porque en estos cuatro años, como en los cuatro anteriores, no hace falta ser muy observador para darse cuenta que nada ha cambiado, que suceden las mismas cosas en los mismos sitios y que nada va a cambiar si no hay intención real de hacerse cambiar y vigilar que así suceda.

Yo sinceramente, creo en el poder de las multas, de esas multas que deben, por supuesto, no ser indiscriminadas y caprichosas pero que deben utilizarse en la medida de ser un instrumento bastante más eficaz que las llamadas a la ciudadanía o las campañas de publicidad institucional. Y debe primar ese carácter correctivo, desde luego, aunque la parte recaudatoria sea un mal necesario. Porque está visto que esperar espontáneas epifanías personales que devuelvan el civismo a los incívicos es de una ingenuidad tremenda y dejar que las cosas sigan su curso actual una irresponsabilidad manifiesta, porque Gobernar, da igual para los que lo hicieron, para los que lo hacen en la actualidad o para los que alguna vez lleguen a gobernar pasa por solucionar los problemas cotidianos y habituales de Daimiel y todavía hay muchos pendientes que resolver en aspectos de civismo y convivencia.

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9 comentarios:

  1. Lo que duele es el bolsillo pero perder los votos también y por eso se la cogen con papel de fumar y que las cosas se arreglen solas

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  2. Aquí no se multa ni al tato. tema prohibido no se le espanten los votos

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  3. La verdad es que da pena ir por Daimiel, hay muchos vehiculos mal estacionados, desconozco si es por falta de interés de quien tiene que estar pendiente de ello o por otras causas.

    El estacionamiento quincenal es un caos, cuando toca cambiar los vehiculos del estacionamiento unos lo dejan bien y otros tardan en cambiarlo a la otra parte, lo dicho un caos,

    Tenían que poner los estacionamientos cada seis meses como está en otras calles de Daimiel en lugar de tener que cambiarlos cada quince dias

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  4. Que aquí no se multa? ??? Joer macho pues será a ti porque yo llevo una rachita. ... será que como no conozco a nadie de dentro no tengo la suerte de que me las quiten como a otros

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  5. Pues como tengas la mala suerte de vivir cerca de una tienda, de un bar, un estanco o un centro comercial frecuentado y tengas la cochera allí, ya puedes llamar a quien quieras, que no solo no acude nadie sino que te multan a ti, por molestar.

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  6. Además en determinados sitios se ven situaciones repetidas. En el segundo tramo de general espartero se permite día sí y día también es estacionamiento en doble fila.
    En el trozo de la plaza de Almagro que no se puede aparcar, se permite constantemente. Con el peligro que se crea a veces con los que bajan de la calle santa maría y miras al lado derecho y sales y resulta que viene de frente invadiendo tu carril los del otro sentido porque tienen coches estacionados.
    Personas archiconocidas en Daimiel, que van de escándalo público en escándalo público, porque no se le sanciona constantemente para que aprenda, aunque seguro que no va aprender pero que vaya acumulando sanciones para pasar más temporadas a la sombra...
    Algunas terrazas de la plaza han empezado a poner las terrazas antes de acabar algunas procesiones, esto también se debía de sancionar. Quizás de primeras no económicamente pero quizás un aviso y a la siguiente palo al bolsillo.
    Además esto de las terrazas, supongo que habrá una ley y que cada uno paga por unos metros. Pero en determinados casos todo es suyo dependiendo del sol, del aire y de cuales sea otros factores así ocupamos un lado u otro, en algunos sitios se corta casi el paso y más en estos días de calles tan concurridas.
    Bicicletas por las ceras, por dirección prohibida...
    Pero claro cada voto cuenta, y si multamos a alguien luego va al despacho del alcalde a llorar, hay que no tenemos dinero que por aquí que por allí pero para el coche y dejarlo mal aparcado para eso sí somos listos.

    Daimiel ciudad sin ley...

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  7. Las multas también suelen ser preventivas.

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  8. Pues pásate por San Pedro y verás la terraza móvil en función del día, de la hora o de la intensidad del sol.En la calle Monescillo casi hay que pedir permiso para poder pasar; de El Parterre qué contar... No se puede intentar dar gusto a unos pocos, que además no tienen derecho, a costa de la incomodidad y de no respetar los derechos de los demás.
    Gobernar es otra cosa.

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  9. ¿ Por qué no se hace algo en la calle Manzanares , entre San Sebastián y el semáforo para que no se permita subir a los coches en la acera de la izquierda a la hora de entrar y salir del colegio?¿Por qué los peatones o las mamás con carritos de bebé a veces tienen que salir a la calzada para poder pasar? ¿ Nadie ve eso que está sucediendo día sí, día también durante años?

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