La noticia se sitúa en Francia, donde una anciana decidió matar a su marido, trocearlo y cocinar aquellas partes que consideró más sabrosas. Así el corazón, la nariz, el pene y los testículos fueron su cena masterchef antes de entregarse a la policía, incluso antes de saber si sería distinguida con una de esas estrellas Michelín o un dos tenedores en una prisión gala. Y estas cosas, la verdad, si no las tomas con humor te hacen creer poco en la naturaleza humana, así que yo prefiero dedicarle un sonetillo gastronómico y esperar que cuando alguien quiera decirme que estoy para comerme no se refiera a creerse un Ferran Adriá cualquiera:
Caramba con la gabacha
que tras matar al marido
con él preparó un cocido
y a poco casi se empacha
que tan hábil con el hacha
en la olla había metido
acaso lo más querido
que tuvo cuando muchacha
pues cocinó con pasión
del marido el corazón
con su salsita y sus ajos
y porque nada le apene
después devoró hasta el pene
y también sus dos colgajos.
Enlace:
http://blogs.20minutos.es/becario/2014/06/23/una-anciana-descuartiza-a-su-marido-y-se-hace-una-sopa-con-sus-genitales/
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