jueves, 9 de enero de 2014

SALIR POR DONDE ENTRAN (Página nº 2311)


Los indultos deberían estar para corregir errores judiciales o situaciones muy especiales y extraordinarias que pudieran justificarse objetivamente. A cambio se ha transformado en una gracia política que no necesita ser justificada y por tanto resulta caprichosa y de la que se tira con demasiada facilidad como para sumar más de diez mil en las últimas dos décadas.

Ahora algunos partidos de la oposición pretenden que se modifique ese aspecto para que los indultos sean argumentados y aprobados en el Congreso, en esa intención de fiscalizar este privilegio político, pero resulta que el indultador del momento, ahora Gallardón, no pretende despojarse de tal privilegio y seguir regalando gracias interesadas que, entre otras cosas, parecen burlar las decisiones de los jueces, como si no les bastase con controlar los órganos judiciales repartiéndose nombramientos que también ponen empeño en modificar las que se les escapen.

¿A qué tanto interés en mantener ese privilegio? Puede que porque algunos de los agraciados y aspirantes a la gracia llevan trayectoria política, la que les ha llevado a delinquir sumando corrupciones. Y los gobernantes, en vez de endurecer las leyes para combatirla, juegan a dioses aliviando la carga de esos colegas mangantes.

Ahora esperan algunos, como Fabra, Matas, pero antes ya hubo otros muchos que se beneficiaron de indultos parciales o totales después del "glorioso" paso por la política que adobaron de delitos para beneficio propio como "hormaecheas, barrionuevos, veras...", en esa puerta giratoria que primero los acoge en la política para prostituirla y luego les vuelve a abrir para ponerles puente de plata para que no paguen justamente por sus delitos arrebatando el cumplimiento de la condena impuesta sin dar ni una explicación argumentada y sensata.

Y aunque hay muchos más beneficiarios de los indultos, casi de relleno, aquí se indultan a políticos corruptos, empresarios corruptos, torturadores, estafadores, muchos de ellos cuelloblanquistas y que donde mejor estarían sería en el trullo después de los daños causados.

No es que esté en contra de los indultos, que yo reduciría a la mínima expresión, pero sí de que se den de forma discrecional, caprichosa, sin explicaciones y a personajes que no se lo merecen. Si es para corregir errores, vale. Si es para no cometer una injusticia con alguien, vale. Pero aquí está sucediendo mucho más que eso con esta tómbola impresentable de boletos marcados que benefician a personas cuya mejor justicia es que paguen por lo cometido.


4 comentarios:

  1. Significa: "Aquí todo vale".
    Me da verguenza, bochorno, asco que los politicos de turno salga de rositas siendo unos ladrones.
    Deberiamos de reflexionar sobre que clase de politicos tenemos, que clase de justicia tenemos...
    Creo que los españoles tendriamos que pensar antes de votar la próxima vez.

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  2. Entre amigos corruptos y etarras están dejando las cárceles vacías estos del PP. A lo mejor es otra ideaca para ahorrar.

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  3. Tenemos los politicos que queremos, son los que se ha votado por la mayoría.

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    Respuestas
    1. Ese argumento, siendo cierto, admite matices. Los partidos son aparatos para manipular y manejar a la opinión pública, con técnicas bien conocidas. Por eso no interesa una población bien educada (la educación hace a la gente menos manipulable) y por eso no se le mete mano al fútbol, porque detrás están los grupos de comunicación que les hacen el juego.
      La gente no es tan libre como pensamos, por desgracia.

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