No sabemos si estamos en la "semana trágica" de Alquimia, de Cidra, o las habrá peores, pero en estos últimos días se han concatenado la sospecha de estar la empresa en el origen de las causas de la evacuación de un colegio y varias empresas,la apertura de la fase de liquidación del concurso de acreedores de Alquimia, un incendio de madrugada que despierta las sospechas en la población y las autoridades, el cierre cautelar de las instalaciones y toda su actividad por un mínimo de quince días determinado por la Dirección General de Calidad Ambiental y, por último, parece que todos estos acontecimientos recientes están ya camino del juzgado junto a todos los informes y datos recabados para que se determinen las responsabilidades pertinentes. Y esto no lo hubiera hilado mejor ni los guionistas de las películas americanas de catástrofes para conseguir que toda la atención girase sobre su trama. E incluso la intervención del alcalde, que pude ver en Daimiel TV, apelando a la gravedad de los hechos, a la solicitud de esa medida cautelar, se adaptaría como un guante a esos guiones a los que nos tienen acostumbrados desde Hollywood.
A ello, además, podría añadirse el suspense de una actividad industrial de Cidra con más sombras que luces por las veladuras que existen entre los daimieleños sobre las actividades específicas que allí se realizan, los residuos que se tratan y que siempre andan envueltos en el misterio.
El fario de Alquimia, integrada en Cidra, es ahora malo, después de que su instalación inicial despertara interés y esperanza a partes iguales en su proclamada búsqueda de soluciones ambientales. Hoy, ¡qué paradoja!, el Centro de Investigación y Desarrollo para la Recuperación Ambiental es cerrado por constituir, en apariencia, un problema ambiental en sí mismo, por ser, posiblemente, un foco de emisiones que pone en peligro nuestra calidad ambiental.
Veremos por donde sigue la hebra.
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Cierto es que lo sucedido en estas semanas parece un guión de película americana...pero una de intrigas y tramas insospechadas. Desde ayudas justificadas y nunca cobradas hasta seguros de incendios retenidos por bancos, bancos con relaciones raras con la administración y con empresas vecinas con aspiraciones de ampliación. Esto ha sido un linchamiento público y administrativo sin pruebas y sin oportunidad de defensa...una caza de brujas.
ResponderEliminarCon respecto al incendio, ¿sospechas? Se te quita todo atisbo de duda cuando hablas con los tres trabajadores que trabajaban en el momento del incendio.
Yo lo que digo es ¿Y si los olores no son de Cidra? Entonces ¡vaya cagada! (nunca mejor dicho)
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