SOBRE EL TEMA TONI CANTÓ (Página nº 1685)

La verdad es que siempre he criticado la corrección política que obliga a callar lo que piensas si va contra la corriente general. Y la he criticado por falta de argumentos, simplemente porque termina queriéndose imponer colocando a quienes se oponen en un espacio marginal. Y Toni Cantó, por exceso, ha sido la última víctima de esa hoguera mediática por él prendida, hasta el punto de que hoy mismo, aparecía en una web lo siguiente: 

"Representa a la versión moderna vestida de Armani de la derecha extrema europea del siglo XXI. El programa electoral de UPyD es un libro blanco neofalangista contra la igualdad de género." 

¡Toma ya!, ¡fascista es lo menos que te puede caer por cuestionar, no la violencia de género, algo que es grave y evidentemente supone una lacra social contra la mujer, sino por poner en duda el tratamiento sistemático que se hace de ello como verdad indiscutible. Es cierto que Cantó metió la pata al decir que la mayoría de denuncias de violencia de género son falsas y los fiscales no las persiguen, porque con ese razonamiento extiende a la mayor parte de las mujeres una acción vengativa e infame que tampoco es cierta pero que no esconde la realidad y es que, en algunos casos, se está haciendo un uso perverso de esas denuncias dado que existe tal grado de sensibilidad al respecto que el presunto agresor ya lo es sin beneficio de la duda, y aunque la fiscalía minimiza el porcentaje se conocen casos donde se ha demostrado fehacientemente, pero después de meses de prisión en algún caso, como me contaban hace unos días con un caso de Puertollano, que las agresiones no se habían producido por el denunciado.

Existe una mala costumbre de extender la sospecha general y eso hace que casos concretos sucumban al prejuicio. Pero las separaciones, las relaciones de pareja, son muy complejas, y no convienen pintarlo todo en el blanco inocente y el negro culpable, sin matices, y con una predisposición también de género. Y la justicia tiene la obligación de entender cada caso en particular con sus circunstancias y atenerse, como en cualquier otro caso, a una investigación previa. Y si sólo un 1%, 0 un 0'1% resultan proceder de denuncias falsas merece la pena no incurrir en el error de descubrirlo demasiado tarde, porque también hablamos de personas que van a sufrir sin merecerlo.

No trato yo de corregir la opinión general porque hay demasiadas muertas y agredidas, y quien sea responsable ha de pagarlo con todo el peso de la ley, pero la detección de errores es básica para corregir las deficiencias de las leyes y no deben cargarse en el haber de la inercia y la falta de clarificación.

Y en cuanto a la custodia compartida creo que debe estudiarse cada caso en particular, sin discriminaciones positivas, poniendo el interés de los hijos por encima de todo lo demás. Pero claro, hay demasiado espacio para el rencor, la mentira y la manipulación cuando los padres y madres han terminado una relación de mala manera, y el juego sucio puede provenir de cualquiera de ellos o de ambos, y en esas circunstancias se ha de hilar muy fino para lograr ser justos. No sé cómo se puede llegar a odiar tanto a quien tanto se quiso, como se puede disponer de tanto rencor para no entender que los hijos han de estar por encima de todo eso, sean quienes sean los responsables primeros de la situación, que ya tiene sus verdaderas víctimas en los hijos si existe un desencuentro poco amistoso entre las partes y que si en su ceguera no entienden eso puede que no duden en utilizar a sus vástagos como arietes en su lucha personal.

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