SOBRE LA PRUEBA-RETO DEL CLUB SATURNO (Página nº 1303)

Ya que alguno en su comentario me critica por, según él, minusvalorar la prueba-reto planteada por el Club Saturno en este fin de semana asociativo, haciendo una lectura poco comprensiva de lo escrito y agarrando el rábano por las hojas creo que sin mucho criterio, le voy a decir lo que pienso, dándole ahora sí oportunidad de que después de leerlo critique si le parece mucho o poco, bien o mal, lo escrito.

Supe de la iniciativa, del detalle, a través de Daimiel Televisión, escuchando a Rodrigo plantear el objetivo, la dinámica, el recorrido, y otros detalles de la propuesta del club que preside como aportación al encuentro de asociaciones. Un día antes de la prueba-reto hablé con él, me interesé por esos mismos detalles, me disculpé por no hacer uno de los relevos porque no me veía en condiciones de aguantarlo dado que mi poca actividad física, mi alergia, mis rodillas y mi peso no iban a ayudar. Incluso ya esa noche le comenté que iban a tener un problema cuando el desfile llegara a la plaza porque entonces el circuito delimitado se vería interrumpido por el cortejo "real" y le pregunté si lo habían tenido en cuenta.

A través del comentario suyo en este blog sé que, no sé si a raíz de hablar con él o por indicación de otros, se hizo un recorrido alternativo durante el desfile utilizando la calle Fontecha.

Por eso, dado el interés en la prueba-reto, por la mañana, hacia las doce, me acerqué a ver el desarrollo. Creo que la propuesta del Club Saturno era original, estimulante  e hilvanaba muy bien el objetivo de la distancia a cubrir con el aniversario a celebrar. Y si muchas asociaciones reducían su presencia a actuar o mostrar lo mejor de sus trayectorias en los stands, que no es poco, algunas como el club de atletismo, el club de espeleología, el de ajedrez o el de futbol ofrecían algo más participativo y dinámico, de acuerdo a su naturaleza, pero a la vez necesitaban de espacios y organización mas necesarias para su desarrollo. 

Lo que ví, a esas horas, me disgustó. La gente ocupaba ese espacio para correr, la carga y descarga, incluso, no tenía en cuenta que por ahí corrían niños y eso constituía un peligro, y la buena intención se diluía con esos problemas, a pesar de que los chavales, infatigables de ánimo, trataban de resolver esos obstáculos constantes zigzagueando, evitando traslados de objetos y deteniéndose en seco cuando no podían continuar.

La idea, lo digo bien alto, era muy buena, plausible, además vinculada a la recogida de fondos para Cruz Roja, pero a mi parecer, al menos en ese rato de la mañana, falló la organización y fallamos las personas que  estábamos en ese momento en la zona del recorrido al no respetar la señalización y a los chavales. No sé si faltó marcar el recorrido de otra manera, reforzar con una bicicleta que fuera abriendo la carrera de cada participante, haber dispuesto miembros del club Saturno, la Cruz Roja, Protección Civil o voluntarios a lo largo del recorrido para hacer más visible lo que se estaba desarrollando. No lo sé, pero los problemas se dieron y deslució, en esa franja horaria en la que yo estuve presente, una gran iniciativa.

Y aún así la aplaudo, y me alegro de que lograra el objetivo y consiguiera aunar a tantos corredores para alcanzar el reto, y valoro el esfuerzo de la gente del club, y pienso que siendo por su duración y recorrido la más difícil de sacar adelante que tiene un enorme mérito. Y hasta me alegro a título personal por mi vínculo afectivo con algunos de los organizadores.  

Yo creo tenerlo claro, critiqué una realidad que, además, percibió más gente y que comentamos. Y creo que decir lo que se piensa es lo mejor que se puede hacer cuando se pretende mejorar algo.

Y ahora sí, que me lleguen los palos que me tengan que llegar, pero ateniéndose a lo escrito por mí y no a otra cosa.

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