El otro día una amiga me contaba que se marchaba a su pueblo el fin de semana. Al hilo de la conversación me decía que en la celebración de las fiestas tenía un papel muy importante la reliquia que conformaban dos fragmentos originales, al decir de la tradición, que formaron parte de la cruz en la que Jesucristo fue martirizado. Yo le comenté que, sin dudar de la autenticidad, andaban custodiadas por el mundo cristiano demasiados fragmentos para tan poca cruz y me contó, entonces, que unos años antes un sacerdote, especialista en estos temas, dio una conferencia en su pueblo sobre la base de cuestionar la autenticidad de aquellos y otros muchos fragmentos guardados como reliquia. Como era de esperar muchos de los asistentes fueron abandonando el acto porque no querían escuchar ni contemplar, siquiera, la posibilidad de que todo su acervo cultural y religioso se sostuviese en una falsedad. Mejor creer que saber.
Ayer, viendo el programa de Jordí Evolé, "Salvados", ocurrió algo similar. Aunque desde mucho tiempo antes (finales de los 90, inicios del 2000), y daban cuenta de ello las hemerotecas, existían personas y entidades publicando estudios o páginas de opinión sobre lo insostenible del sistema económico español, el grave problema de la burbuja inmobiliaria y la ceguera ante un problema que terminaría siendo devastador, nadie quiso escuchar ni hacer nada. Incluso las presiones eran fortísimas para acallar a esos agoreros obstruccionistas que sólo pretendían perjudicar a los españoles. Nadie hizo nada, nadie se atrevió a poner sentido común al disparate, prefiriendo dejarse llevar, someterse a las presiones y descalificar a quienes se atrevían a poner en cuestión lo que estaba ocurriendo.
Esa es, pues, la gran crisis de nuestra sociedad, rebelarse ante la crítica constructiva y argumentada, sumergirse en ese "autismo" social que niega los problemas, que ignora las advertencias, que desprecia lo que no quiere oír por muy verdad que pudiera ser. La crisis que permite que se impongan otros intereses sobre los generales, que los políticos deleguen por el peso de otros poderes fácticos que sólo persiguen su propio interés y que terminan imponiendo su visión de las cosas, que nadie pague su responsabilidad aunque haya quedado claro que sabían, conocían, lo que estaba ocurriendo y teniendo la responsabilidad de pararlo lo dejaron estar. No queremos saber, no queremos escuchar, preferimos creer a ver y alimentar la mentira antes que advertir la verdad. Y cuando todo se derrumba, como ahora, preferimos hacernos los engañados antes que reconocer que los agoreros, los aguafiestas, tenían toda la razón aunque fueran premiados con el desprecio y la injuria.
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Bravo Totem. Y te lo dice alguien que llevaba avisando de la que se nos venía encima desde 2002-2003...
ResponderEliminarMuchos me miraban mal, otros me decían listillo o me trataban con indiferencia, muchos me decían tonto por no hipotecarme 40 años como ellos "si la vivienda nunca pierde valor, hombre"...
Ay, si me hubiesen dado dos céntimos por cada argumentillo de ese tipo que escuché a gente que no tiene ni la más mínima idea de economía básica... ahora podría comprarme tres casas rebajadas, de esas que nadie puede vender y nadie quiere ni puede permitirse ya comprar...
Curiosamente la mayoría de ellos se creyeron el "milagro Español" de Aznar y ahora claman por recortar todo lo público, apoyando las nuevas burubjas (energía), o repitiendo el mantra neoliberal de que no se puede sostener el estado de bienestar...
Porque el problema no es que la gente sea más o menos lista, el problema de verdad es cuando la gente actúa como palmeros, como tontos útiles...
Unos creyéndose el grito de "¡que viene la derecha!", otros creyéndose lo de "¡que vienen los rojos"...
...y mientras tanto todos jodidos, porque los que tenemos dos dedos de frente hace mucho que nos dimos cuenta de que, al menos en los dos grandes partidos, no existe ni una cosa ni otra, si no el poderoso caballero...
DON DINERO.
Perfecto me parece vuestra opinion.
EliminarY acertadisimo me parecio el programa de salvados.
Yo no se mucho de economia, pero lo veia tan claro....como mucha gente que tambien sabia lo que podia pasar.
Yo creia, años atras, que lo de la mafia, era solo cosas de las peliculas italianas, pero me di cuenta que la realidad supereba la ficcion.
¿Qué hay que hacer para derrocar a estos políticos que lo tienen tan bien montado?
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