La pregunta no se me ha ocurrido a mí sino que aparecía en la viñeta que traigo hoy, pero es curioso que, de alguna manera, podríamos establecer que un enchufe es un robo social porque, en sí mismo, constituye la pérdida de un puesto de trabajo que ofertar de forma libre, abierta, a cualquier persona cualificada para esa tarea y en base al único mérito de su valia profesional y su capacidad, y que podría tener la misma necesidad económica o laboral que el enchufado de turno.
La discrepancia es que el enchufado no es, en rigor, el verdadero ladrón, quienes de verdad roban esas oportunidades son los que utilizan su posición ventajosa para usurpar puestos públicos colocando a sus allegados familiares o políticos sustrayendo las opciones al resto. Esos son los "ladrones", los que más que tener enchufes son los que enchufan.
Dirán que legalmente pueden hacerlo. No es extraño, siempre legislan a favor de sus intereses, pero no resulta ético visto como han proliferado los cargos de confianza, los asesores, las oposiciones con perfil, los nombramientos discrecionales, y no digamos ya el enchufismo puro y duro, sin mediar ningún control ni baremo. Si el trabajo público es un patrimonio social abierto a todos no puede ser que haya quedado reducido, muchas veces, al capricho político de quienes estén en esos momentos y sin que no tenga en cuenta, en muchas ocasiones, la capacitación del beneficiado.
Pero bueno, el origen de esta entrada era compartir esta viñeta que, aunque facilona, habla de los méritos:
Son ladrones porque les quitan el trabajo a una persona que verdaderamente es inteligente para realizar esa función y más ladron es el que lo enchufa.
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