domingo, 24 de junio de 2012
Y KRAHE CANTÓ (Página nº 1114)
No pudo ser en La Alhóndiga, lugar más amplio e inicialmente elegido, porque el alcalde infanteño decidió sucumbir a la infamia y amartelarse con los sectores más rancios de la sociedad local, empeñados uno y otros en una cruzada contra la libertad de expresión y la tolerancia. Pero Javier Krahe cantó en un local abarrotado y, no podía ser menos, entregado a este artista singular cuyas introducciones van a la par de sus temas y entresacan la sonrisa mientras nos hace sentir haber disfrutado de un momento especial.
Krahe, hasta ahí señorío, no hizo alusión alguna al boicot sufrido e ignoró los condicionantes de un local más pequeño para entregarse, del tirón, a las más de doscientas personas allí congregadas y entre las que se veían todas las edades imaginables. Y siguió como si nada, como siempre, ofreciendo sus temas nuevos, cambiando el orden respecto al concierto de hace unos meses en Ciudad Real y dejándonos escuchar un par de temas inéditos que aún habrán de esperar un par de años para ser grabados. Y dejando, porque hace tiempo que no los canta, todos sus temas de temática religiosa en el espacio de nuestra memoria reivindicativa.
Después, como es habitual, salió a la calle, ¡ay, el jodio tabaquillo!, mezclado con el público alborozado, atendiendo a cualquiera que se dirigiera a él, preguntando si se había escuchado bien, compartiendo el momento con esa accesibilidad que tanto se debe agradecer.
No hubo nada. Los rancios se conformaron con su parcial triunfo y debieron irse a celebrar la pagana fiesta del inicio del verano, pese a que el alcalde, el rancio supremo, la enmascarara como fiesta de San Juan aunque sólo fuera hoguera, música y farra. El gran pecador había sido expulsado de La Alhondiga, centro cultural municipal. y ya se daba por satisfecha la inhóspita carcundia local.
Los que acudimos disfrutamos de la tarde-noche infanteña, de una ciudad hermosérrima, del maestro Krahe y sus músicos, de las historias intemporales vinculadas a una voz resistente. Pasamos una gran noche, ¡la verdad!, y quedamos para la próxima.
¡Ah, y mi enhorabuena, y mi agradecimiento personal, a la Asociación Cultural Luciérnaga y a su vice Sergio, por la iniciativa, la resistencia y por mantenerme al tanto por correo electrónico desde que compré las entradas!¡Gracias!
Y para terminar dejo un archivo sonoro de una canción de Krahe. Una canción para escuchar atentamente, "Eros y Civilización", para disfrutar ese "disparatado in crescendo":
Y como no, la más divertida de la noche, "Vecindario", ya un clásico:
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No se impuso la razón pero al menos se impuso la canción.
ResponderEliminar"Me gustas, Democracia, porque estás como ausente..."