miércoles, 17 de agosto de 2011

LIBROS DE TEXTO GRATUITOS (Página nº 167)



Una de las últimas polémicas, a cuenta de la Junta de Comunidades y su situación económica, ha sido el anuncio de la Asociación Provincial de Empresarios de Papelerías y Librerías (APEPAL), de Ciudad Real, de no entregar los lotes correspondientes a los vales de gratuidad para el nuevo curso si no se fija un calendario de pago previo y que se ajuste a las condiciones de pago en tiempo que les demandan las editoriales.

He de recordar que estos libros son los correspondientes a 1º y 2º de Primaria y los lotes de reposición y de aumento de matrícula a los que hubiera lugar en el resto de cursos y que estos últimos suman, en rigor, una pequeña cantidad.

El problema viene porque los retrasos en el cobro, además de la fijación de un precio por la Junta que termina reduciendo los márgenes de beneficio, obligan a las imprentas, papelerías y librerías a correr con la financiación temporal del Programa de Gratuidad.

Por ejemplo, este pasado año los libreros, que empezaron a servir sus libros a finales de julio de 2010, cobraron a finales de octubre un 92% por ciento de lo que les correspondía, porcentaje superior al de otros años. Sin embargo el resto, un 8%, aún no lo han cobrado porque el ingreso se realizo en los colegios en periodo vacacional y son ellos los que deben pagar a las papelerías y librerías, con lo cual será en septiembre de 2011 cuando reciban su dinero. Esto supone que, dado que ellos ya pagaron en plazo a las editoriales en septiembre u octubre de 2010, han tardado un año en ver liquidada su deuda y, en tanto, han sido ellos los paganos del Programa de Gratuidad en ese 8%, que parece poco pero no lo es en los tiempos que corren.

Visto así es lógico que demanden un calendario asumible pero, como siempre, la consecuencia parece pagarla el consumidor que se verá en la situación de que no se les entregue el material y, claro, la labor docente que sufrirá esta situación y que alterará la dinámica y ritmo del curso.

Ahora bien, aunque hay margen de maniobra, por lo que sé en Daimiel, al menos en algunas librerías, se están entregando los lotes de gratuidad sin mayor problema, en parte porque la decisión de APEPAL se tomó cuando ya se había comenzado esas entregas y en parte por decisión de los propios libreros, y aunque lo desconozco, puede que sea lo que haya sucedido en otros muchos sitios, por lo que quizá la medida de APEPAL sea más testimonial que efectiva.

En cualquier caso, y como siempre, demuestra el mal funcionamiento de la gestión económica de la Junta que elabora programas sin provisión económica y, por ello, se ve arrastrada siempre a pagar cuando puede y no cuando debe, puesto que en los años anteriores los retrasos fueron menores pero significativos, y siempre cargando el peso en los libreros.


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