viernes, 2 de diciembre de 2011
¡PIM, PAM, PUM! O DE LA EXALTACIÓN DEL "DEDACO" (Página nº 510)
Estamos asistiendo a un combate entre un joven púgil, pujante, insolente, agresivo, y un viejo boxeador en retirada, pasado de kilos, esquivo, pero bregado entre las doce cuerdas. La fogosidad pujante del novato, su posición ventajosa sobre el cuadrilátero, mete presión y cuela algún golpe aunque no parece castigar lo suficiente al experto contrincante, que apenas se deja ver. Al juego de piernas del aspirante sigue la seguridad en el movimiento lento pero no amenazado del ex-campeón.
(El concejal de Hacienda acusa de irregularidades en la gestión del equipo de gobierno anterior)
Apenas un intercambio de golpes. El ataque indiscriminado, voluntarista, más vistoso que profundo, marca el primer asalto. En el segundo el veterano da un paso adelante, aunque cauteloso, y bracea sin convicción, sólo para marcar el espacio entre ambos, mientras su rostro pretende mostrar despreocupación, indiferencia, desgana incluso.
(El alcalde saliente dice estar tranquilo y apela a que, de encontrarse irregularidades, la responsabilidad no sería suya sino del consejo de administración donde también estaba el alcalde actual)
Al inicio del tercero el bisoño aspirante trata de colocar un golpe definitivo para llevar contra las cuerdas al rival. Siente que esta vez comienza a acorralarlo, que las fintas no le protegen tanto y que aparecen flancos donde golpear con contundencia y desestabilizarlo. Incluso llega a impactar percibiendo un gesto de dolor en el curtido rostro del aguerrido oponente.
(El concejal de Hacienda dice que se pagaron facturas antes de que se adjudicara oficialmente la obra y que ésta ya se estaba realizando previamente lo que demostraría que se había dado por "dedaco" antes del paripé formalista de la votación)
A estas alturas del combate, sin embargo, nada sabemos. La estrategía agresiva del principiante le exige mayor esfuerzo. La actitud reculante del veterano alberga la opción de una contra que pueda sorprender desconcentrado al novel. Es difícil advertir si los golpes de uno hacen daño o sólo aumentan la confianza del otro. El combate está abierto y mientras son más apreciables los golpes del joven el veterano parece dejarse ir, aunque puede que ese gancho del "dedaco" y la certificación de una factura de 83.000 euros catorce días antes de que se adjudique la obra parece haberle desequilibrado hasta llevarle al rincón y aguantar el pim, pam, pum, hasta escuchar la inminente campana.
¿Continuará?...¡continuará!
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COJONUDO
ResponderEliminarNi rocky le ponía tanta emoción.
¿si tuvieras que apostar, por quién?
Pues creo que el aspirante bisoño tiene mejores golpes en este combate concreto. Habrá que ver si ambos guardan golpes certeros y contundentes que no han enseñado aún pero, más a los puntos que por k.o., creo que no basta con fajarse y el púgil joven lleva ventaja.
ResponderEliminarEl problema que tiene el aspirante es su equipo,hay que decir que el unico que le acompaña en el rincon es el concejal de obras,este si que es un buen fajador,le asesora en los golpes que pudieran provocar el KO,ante la poca preparacion y sangre que tiene su equipo
ResponderEliminarMe imagino que te referirás más bien al concejal de urbanismo. Yo apuesto por el aspirante, no creo que el viejo boxeador en retirada y pasado de kilos, tenga ni guarde ningún golpe certero ni contundente, pues ellos van en su contra y le perjudicarían físicamente, más bien el aspirante tiene mucha ventaja en eso y lo noqueará por K.O. si vuelve a levantarse. Por lo que lo mejor para el viejo boxeador es retirarse y esperar la decisión del jurado.
ResponderEliminarFrase del día
ResponderEliminarUn hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque ésta lo devora.
Montesquieu