viernes, 4 de marzo de 2016

VERSOS SUELTOS (Página nº 3516)

Me vais a perdonar que no lo llame sonetillo, me han salido del tirón pero con poco lustre estos versillos sueltos escuchando las declaraciones de la Infanta Cristina en el juicio, solo para su abogado, en la que ha venido a decir que ella no sabía nada, que nadie le contaba nada porque bastante ocupada estaba con sus cuatro lebreles, que confía mucho en su Iñaki y firmaba por amor lo que le ponían delante y que los amigos y asesores de Papá les decían que todo, todo, todo, era perfectamente legal. Y claro, yo me he dado en imaginármela como cualquier ama de casa, hasta arribita de atender a los niños y cuidar la casa y esperando a que su maridín llegase para atenderle en su descanso y evitar molestarle preguntándole por cosas del trabajo en Aizoon o por cómo se las apañaba para traer dinero a espuertas. Vamos, que al final ha salido esto:



La Infanta no sabe nada, 
nada conoce Cristina
tan Borbón y tan divina, 
tan y tan enamorada,

que en casa estaba liada, 
atrapada en la rutina,
desde el baño a la cocina, 
hecha toda una criada,

que ni usaba la tarjeta
ni preguntaba modosa
cuanto había en la libreta

ocupada con su prole
y como sufrida esposa
llevando a los cuatro al cole.


                ****

¡Qué injusticia, tanta entrega, 
que tenía el inodoro
como los chorros del oro,
dale friega que te friega!


¡Qué mujer sacrificada,
cuánto amor incomprendido
por un juez entrometido
que de amor no sabe nada!


***


1 comentario:

  1. Está claro, cuanto más tienen, más quieren.
    Y los pobres trabajadores a apañarnos con ser mil€urista, ( el que pueda, claro).

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