viernes, 29 de enero de 2016

PUES SÍ, ALGUNOS JUECES SE EMPEÑAN EN HACERNOS CREER QUE HACIENDA SOMOS TODOS (Página nº 3459)

Y me alegro.

Me alegro que la Infanta Cristina esté en el banquillo durante el juicio, que el Fiscal y la Abogada del Estado hayan visto ignorados sus argumentos, que no haya prosperado ese movimiento de exoneración que la gente de la calle no hubiese comprendido.

Creo en el ejemplo, en la ejemplaridad a que obligan ciertos oficios y cargos representativos porque es lo único que puede sostener indiscutido un sistema.

Y creo en las sentencias ejemplares, aquellas capaces de marcar un camino y hacer entender que no todo vale. 

No sé si será el caso, pero al menos este paso señala un camino adecuado.

Y ahora a dormir, un poco más tranquilo.


***

7 comentarios:

  1. Me parece muy retorcida la opinión sobre alegrarse de que la infanta tenga que estar en el banquillo, ya que de las alegrías luego a uno le vienen pesares, otra cosa es que se dijera que se ven justo y razonable que suceda esto y el que la haga que lo pague.

    Y sobre las sentencias ejemplares, lo mismo. Las sentencias deben ser justas y acorde a lo que se han infringido las leyes, diciendo que deben ser ejemplares se dice de una forma revanchista.

    Siento no coincidir con el comentario

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    1. Ejemplares significa, llanamente, que han de servir de ejemplo. Y han de hacerlo, tanto para la absolución como para la condena, como paradigma de equidad y justicia, no de revanchismo.

      En cuanto a la alegría es un sentimiento que se tiene o no se tiene ante una circunstancia y lo retorcido es esconderlo. Me produce alegría ver que está donde creo que debe estar, siendo juzgada. Después será el tribunal quien dictamine qué sentencia merece, pero no me cabe duda de que la justicia, también, ha decidido que debe ser juzgada y creo que sintoniza con la satisfacción de mucha gente que esperaba que no se hicieran distingos en el trato judicial por su condición.

      Siento no poder coincidir con tu comentario yo tampoco.

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    2. La Infanta será juzgada, pero hasta que no salga la sentencia y esta no sea definitiva, no hay nada que rascar, por lo que hasta entonces no sabremos si la declaran culpable o la absuelven.

      Y si es absuelta, tambien hay que alegrarse de que haya estado donde está?

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    3. Claro que sí, la instrucción determina que hay razón para que esté ahí y sea juzgada. Así funciona la justicia y sucede en muchísimos juicios cada año. ¿Por qué iba a ser distinta?

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    4. Seguimos confundiendo delito con juicio. Si la infanta va a juicio, es porque a criterio del juez instructor del caso, y avalado con una montaña de pruebas, existe un ilícito, un delito punible. Otra cuestión es si se la podrá condenar por estos hechos. Veamos otro ejemplo, se ha producido un homicidio y hay un inculpado pillado "in fraganti". El juicio dirimirá qué pena merece, si ha sido intencionado o no, si hay eximentes, atenuantes o agravantes, pero el delito está ahí. Existe delito, independientemente de la sentencia que se dictamine contra el acusado. Y si sale absuelto, el delito seguiría existiendo, aunque no se le pueda condenar por ello.
      No aceptemos la estrategia de muchos encubridores de corruptos de afirmar que no hay delito mientras no haya una sentencia firme, más cuando los corruptos suelen disponer de ingentes caudales para recurrir las sentencias una y otra vez.

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  2. La justicia es ejemplar por definición, por eso se sientan precedentes. Otra cosa es el revanchismo, que tiene que ver con el castigo desmedido, no con la justicia. No confundirse.

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  3. Con la infanta la maquinaria del estado (y creo que movida más por los defensores de "las buenas costumbres como dios manda" que por su propia familia sanguínea) lo ha intentado todo para exculparla, llegando al paroxismo de que 3 inspectores de Hacienda afirmaran que no había delito porque parte del monto defraudado (robado, para entendernos) era desgrabable y así, mágicamente, no superaba la cifra de los 120.000€ por cada año investigado. O sea, que si defraudas un millón de € a Hacienda, ¿puedes desgravarte facturas de yates, coches, vacaciones de lujo e implantes capilares para que no sea delito fiscal? ¿O sólo se aplica a quienes tengan un DNI de 2 cifras?
    Lo más gracioso del caso, -casi de monólogo del Club de la Comedia-, cuando una abogada del estado -que sigue sin dimitir ni ser inhabilitada- afirma que lo de que "Hacienda somos todos" sólo ficción publicitaria, ¡qué nos habríamos pensado los paganinis de las élites de esta pseudocracia llamada España!.
    Me pregunto qué pasaría con el cónyuge de un defraudador que firme las escrituras de una sociedad al 50%, fuera secretaria de la misma, firmara informes, facturas y le saqcara humo a la Visa oro, si se hace el tonto y además, es de la plebe. Vamos, que a la profesora jubilada a la que Hacienda reclama 24.000€ por impartir un curso de manualidades por el que cobró poco más de 1.000€ a lo largo de 2 años, está poniendo dinero para compensar el que le hemos regalado a la infanta.

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