SUELDOS DE ALCALDES (Página nº 3183)

Con los sueldos de los alcaldes suele haber bastante demagogia, tanto por parte de los mismos como por parte de la ciudadanía, quizá porque la última regulación que se hizo de máximos por el actual Gobierno fue la enésima chapuza que empezó con ínfulas y vio recortado su recorrido por la falta de personalidad de quienes nos gobiernan que, de inmediato, y por presión de los propios y la Federación Española de Municipios y Provincias, vino a recular vergonzosamente, como tantas y tantas veces.

Yo tengo claro que los sueldos no pueden, nunca, quedar al criterio de los propios interesados, sino estar fijados en función de población y capacidad presupuestaria de cada municipio, en escala progresiva desde una población mínima para tener derecho a un sueldo por exigencia de una dedicación exclusiva al cargo hasta las ciudades más pobladas. Y siempre entendiendo que se impongan unos criterios de lógica y coherencia que hagan incompatible que un alcalde pueda ganar más que un presidente de gobierno o un ministro.

Recuerdo ahora casos como el del alcalde de Mijas hace unos años que fijaba el montante de su salario en que fuera un euro más que el del funcionario mejor pagado de ese Ayuntamiento que, claro, ganaba bastante más que un presidente de Gobierno de su momento y era persona de máxima confianza de dicho alcalde. El criterio, como se ve, resulta tan arbitrario como otros muchos, por ejemplo el sempiterno de no ganar menos que en el propio trabajo que desempeñara el alcalde antes y que podía provocar que un alcalde que viniese del paro cobrara como primer edil poco más que la prestación por desempleo y otro, con un alto puesto ejecutivo en un banco o en una empresa reclamara un sueldo de varios cientos de miles de euros para no perder su tren de vida cuando, en realidad, en un caso o en otro, el trabajo a realizar y la exigencia sería el mismo.

Por ejemplo, si Galo o Eva hubieran sido alcaldes de Daimiel ¿deberían cobrar menos que Leopoldo porque en su vida laboral tienen ingresos menores o deberían cobrar un sueldo fijado para una población de entre 15.000 y 20.000 habitantes con un presupuesto de unos 18 millones independientemente de su procedencia laboral?

De la misma manera evitaríamos esas demostraciones de austeridad para reivindicación política que ahora ocurre con los sueldos de Colau, Kichi o Carmena, por ejemplo, que se fijan con criterio proselitista y para poner en entredicho los altos sueldos que cobraban sus antecesores Trias, Botella o Teófila. Una regulación clara del dinero fijado previamente para el desempeño de esas alcaldías evitarían estos números y luego ya, si ellos quieren, que la parte que quieran, de la que les corresponden, la cedan o donen con un objetivo social, que seguramente les serviría de mayor propaganda si es lo que buscan.

Pero vuelvo a lo mismo, ¿por qué no se ha hecho? Porque lo de los sueldos de los alcaldes que ha perpetrado el PP es un poder y no querer, una bajada de pantalones con miramientos que no han tenido para los ciudadanos de a pie, hasta parir esa chapucera aberración que sigue permitiendo fijarse los sueldos hasta un tope y donde siempre se tiende a ese tope, como en el caso de Daimiel, donde se podía llegar a los 50.000 y se llegó, y siempre vinculado a "ese ganar al menos lo mismo que en su trabajo habitual" como si la alcaldía fuera una extensión de su carrera profesional y no un paréntesis voluntario que tiene otros sacrificios pero también otras compensaciones.

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