Igual que una persona comienza a caminar y, en un momento dado, gira la cabeza divisando el punto de partida y así tomando por primera vez conciencia del espacio recorrido, miro yo hacia atrás y me sorprendo de haber llegado a estas tres mil entradas de Daimiel Diario, consciente, sí, ahora de todo lo que queda a las espaldas pero aún sorprendido con la cifra.
Si el patrimonio real de una persona es su pensamiento me temo que yo lo he ido desparramando. No es que eso me despatrimonialice, digamos que me expone, pero sé que ha cambio poner por escrito lo que se piensa, lo que se siente, hace que el pensamiento se estructure mejor y la exposición de las ideas sea más fluida y organizada. Y si mi afición bloguera surgió como un ejercicio de escritura para mejorar, precisamente, esa organización y exposición de ideas pues la verdad es que creo que el objetivo lo he conseguido.
Aún escribiré algunas más antes de volver al silencio. No viene mal que ese sea el objetivo a corto-medio plazo, el silencio, al fin y al cabo es nuestro único imperio inconquistable por los demás, la vuelta al origen, y yo fui muy silencioso durante la mayor parte de mi vida.
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y las que te quedan... una vez que has empezado te va a ser difícil dejarlo. esto engancha
ResponderEliminarTotem los que te conocemos sabemos que de silencioso tienes poco (al menos en esta etapa) eres un hablador ameno. No cambies ni dejes de escribir.
ResponderEliminarEs dificil dar en el clavo con sus preferencias y gustos, muy dificil
ResponderEliminarA por otras 3.000 mas, que la vida te trate bien y puedas escribir durante muchos años.
ResponderEliminar¡NO AL SILENCIO!
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