A ESTE PASO DEJEMOS DE PAGAR IMPUESTOS Y QUE CADA CUAL SE BUSQUE LAS HABICHUELAS (Página nº 2578)

Es lo que me da por pensar ante la enésima ocurrencia de la dupla Wert-Gomendio. Ahora plantea que las becas son muy costosas para el Estado y que debería plantearse ir hacia otro de préstamos. Pero, ¿con qué dinero prestaría el Estado? ¡Con mis impuestos, y el de todos los demás, con los que se pagan colegios, hospitales, carreteras, aves y, también, sus puñeteros sueldos!

Se supone que cuando el Estado carga un alto IRPF en las rentas del trabajo, cuando sube el IVA al consumo y cuando mete impuestos sin parar en cosas imprescindibles como los carburantes, por ejemplo, no lo hace con el deseo exclusivo de recaudar sino para poder financiar los servicios públicos y, desde luego, poder ayudar a quienes por circunstancias de la vida no tienen el nivel de ingresos para acceder a lo básico o para promover su formación. Y no duden de que la presión fiscal, al menos para los que tienen una nómina, es bastante elevada como para regañarnos ahora con que si salimos muy caros.

Yo no he tenido una beca en mi vida ni la voy a tener. Antes por ser hijo de autónomo y ahora, afortunadamente, porque hay muchísima gente que las merece mas que yo o los míos. Pero lo que tengo claro es que las becas son capaces de ayudar a mucha gente en su formación, gente que de veras lo necesita, y plantear ahora una suerte de préstamo es, al final, desentenderse de la realidad y poner barreras siempre a los mismos.

Estoy calentito, lo reconozco, cada vez que estos dos personajes abren la boca. Nunca tuvieron que preocuparse ellos de becas para entender que un sistema que beca a sus estudiantes es un sistema justo cuando dichas becas se hacen con cabeza, se ganan con esfuerzo y resultados y facilitan la adecuada formación de los beneficiarios. Esa es su misión, becar a quienes lo merecen, y no jugar a un falso mecenazgo que luego les haga pasar por caja. Y que sepan que los becados ya pagarán sobradamente la ayuda a través de esa presión fiscal tan elevada a que nos somete la administración además de beneficiarse de la formación universitaria de estas personas.

Lo que haría falta también, hablando de justicia social, es que además de cebarse con los que tienen nóminas se emplearan con quienes proporcionalmente pagan mucho menos de lo que debieran, incluidos ellos mismos, los políticos del Congreso y el Senado, con sus trucos salariales, o que persigan en vez de amnistiar a los defraudadores. Porque si no a este paso lo que tendríamos que hacer es dejar de pagar impuestos y que cada cual se busque las habichuelas, como hace cincuenta o sesenta años, para volver atrás ya del todo, que parece ser que es de lo que se trata.

Enlace:

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/06/13/actualidad/1402653415_865949.html

Nota.- Seguramente más calmado y reflexivo no hubiera escrito exactamente así esta entrada pero la calma y la reflexión son imposibles con estos dos incendiarios al frente de la Educación.

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