No sé por qué el fútbol suele sacar lo peor de algunas personas, pero sucede. Y ayer, una fiesta por el logro de la promoción, tuvo un triste epílogo en un grupo de chavalillos que, acabado el partido, se fueron hacia la zona de vestuarios del Herencia y comenzaron a provocar a los jugadores por los ventanillos. Algunos aficionados locales les afearon la acción pero pareció darles lo mismo a estos críos algo descerebrados de trece y catorce años y aspirantes a futbolistas. Esto, por cierto, lo presencié yo.
Después, me han contado, que algunos jugadores del Herencia no tuvieron otra ocurrencia que responder a las provocaciones enseñando el culo por esos mismos ventanillos, lo que parece lamentable si pretendían ponerse a la altura de los niños siendo ellos gente más hecha. Y aunque se pudiera entender su malestar con los chavales y el gran cabreo por el descenso huelga decir que esa no era la respuesta, desde luego.
El caso es que después, según me han contado testigos del incidente, algunos de estos chavales, aprendices de vándalos, no tuvieron otra idea que lanzar alguna que otra piedra rompiendo una de las lunas del autocar que trasladaba a los jugadores visitantes a su localidad, interviniendo, ahora sí, Guardia Civil y Policía Local, además de algunos miembros de la expedición de Herencia, para identificar a los agresores.
Y lo cierto es que resulta deplorable que tengamos entre nosotros a gente así, incapaces de entender lo lamentable de su comportamiento, consciente porque sus trece o catorce años no son causa para no entender lo que hacen, cuando la gente en general tuvo un comportamiento excelente.
Hoy, incluso, algunos aficionados se lamentaban que por las redes sociales se vendiera este tema compitiendo con el valor de la propia clasificación para jugar los partidos de Promoción, y razón no les falta porque Daimiel no se merece estos hechos ni a estos impresentables, la verdad, que no nos hacen ningún favor y solo manchan con su comportamiento el fútbol y nuestra localidad. ¡Vaya caterva!
Por cierto, enhorabuena al Daimiel Racing Club y suerte en la Promoción.
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Estoy completamente de acuerdo contigo. Es increíble la falta de civismo de algunos críos....cuyos padres estaban prácticamente al lado. ¿Esta es la educación que le pretenden dar a sus hijos? Luego echarán la culpa al "sistema" de lo mal que pintan las cosas para sus hijos....Sinceramente, si pertenecen a algún club deportivo, sus directivos tendrían que plantearse seriamente si seguir teniéndolos en sus filas....y a sus padres...en fin, esto último no serviría para nada. Algunos incluso los alentarán
ResponderEliminarEl problema no es que pertenezcan o no a un club, lo lamentable es que mas de uno seguro que su padre lo ve y no es capaz de poner orden y otra cosa es la desidia y permisividad de un club que viendo la actitud durante el partido (continuos insultos por parte de los chicos) no les llamaron al orden. Los verdaderos responsables son sus padres, pues nuestro es el deber de educar a nuestros hijos y no debemos eludir esta responsabilidad. Penoso seria que tuviera que ser un club, colegio o instituto el que tuviera que tomar cualquier tipo de castigo sobre "mi hijo".Pero claro ¿mi hijo? "Seguro que no ha sido" este es el problema. Lo verdaderamente importante es que unos maleducados no manchen el nombre de Daimiel pues el resto de personas, la inmensa mayoria, si supieron comportarse. Enhorabuena al Daimiel, técnicos y jugadores, por el triunfo y suerte en la promoción
EliminarTontos, lo que son tontos, en todos lados, haberlos haylos.
ResponderEliminar¿¿Er furgol é ásin?? ¿O é la incultura?
ResponderEliminarCuando en los niños fallan las bases, falla todo, hay que comenzar en la familia y despues continuar en los colegios.
ResponderEliminarCuando suceden cosas como estas, en algun eslabon de la cadena hay un fallo
Básicamente fallan los padres. Ojala pidieran carné de padre para serlo porque hay cada uno que menuda educación da.
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