Quizá lo más lamentable de lo que sucede con la escuela pública es que quien más la socava, quien más hace contra ella o a favor de sus alternativas, quien más la desacredita, es la administración pública, precisamente quien debería velar por ella como principal cometido y responsabilidad. Y lo suelen hacer guiados por intereses discutibles apelando a la competitividad, a la libertad de elección y otras maniobras, algunas mentirosas, que esconden mucho más de lo que dicen.
Puede que hace muchos años cualquier centro no público pudiera superar en recursos de todo tipo a la pública, más por abandono de ésta que por mérito real del resto, pero hoy en día la escuela pública compite perfectamente con la pseudopública, pues la concertada lo es y resultaría insostenible en muchos casos sin la transfusión generosa de fondos públicos. Y desde luego la privada, elitista, cara, posible solo en núcleos urbanos densos y con grupos de población bastante por encima del nivel económico medio nacional, no está al alcance de más del 90% de la población.
La escuela pública, desde luego, sí que lo está, no selecciona alumnos y además los integra, cubre todo el territorio nacional, aborda la educación como un bien general y ofrece un servicio gratuito que no mira la cartera. Sí, la escuela pública, con sus virtudes y defectos, educa, integra, iguala, ofrece oportunidades y un clima de aprendizaje adecuado. Y sobrevive, claro, a los recortes, a la despreocupación administrativa, a la falta de autonomía real para buscar la mejora y la excelencia, porque cuando no quedase nada y la educación no fuera un negocio quedaría siempre la escuela de todos, la escuela pública.
Y para ilustrar dejo este vídeo que me pasaron por whatsapp, un canto a la escuela pública, a la marea verde por su defensa, realizado por el Coro Infantil de Loranc, coro que surge en el CEIP "Fregacedos" de Fuenlabrada:
Probablemente lo que más hable de la actual administración sea la persecución inconstitucional que hace de aquellas personas que muestran su defensa de lo público mostrando una camiseta verde, cuyo eslógan es "Escuela pública, de tod@s y para tod@s". Expliquense los gestores de lo público con cual de sus premisas no están de acuerdo; lo de que la escuela sea pública, que sea de todos o que sea para todos (probablemente, discrepen con las tres). Es como si a una persona que trabajase en la empresa privada le expedientasen por llevar una camiseta de propaganda de su propia compañía. Ahí lo dejo, quizá alguien pueda resolver mi duda.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Hay que apostar por la escuela pública. Eso sí, con afán de mejora continua y tratando de aumentar la eficiencia en su prestación. Sólo así, podrá defenderse ante la opinión pública y hacerse más sostenible.
ResponderEliminarLa escuela pública tiene como enemiga a los gestores actuales que viven de lo público pero van contra lo público porque quieren vivir de lo privado después.
ResponderEliminarLos primeros que tenéis que defender la Escuela Pública sois los profesores, sólo hay que ver el último a informe PISA. Las últimas leyes de educación aplicadas, las que los de la camiseta verde defendéis, han sido socialistas y el resultado es catastrófico. Tótem, por favor, compara tu formación cuando saliste del Instituto, con la de los alumnos que salen ahora. Recuerdo que en primero de BUP estábamos cuarenta alumnos, teníamos clase por la tarde y no pasaba nada; celebrábamos nuestras fiestas de Santo Tomás con obra de teatro, deportes, concursos y hasta baile. Hicimos amigos para toda la vida y teníamos profesores a los que nunca olvidaremos. Ahora, la mayoría del profesorado ni vive en Daimiel, cumplen sus horas y les importa un cuerno su alumnado, es más, están politizando las aulas, cosa que antes no ocurría. Ahora dicen que aprueban la selectividad el 99%, pero es que antes estábamos muchos más alumnos en COU, que los que llegan ahora a segundo de bachiller.
ResponderEliminarNo quiero decir que lo de antes fuera perfecto, pero si bastante mejor que lo de ahora. La imagen que dan los de las camisetas verdes es la de gente que quieren mantener sus privilegios, cobrando más que cualquier funcionario de su misma formación, con más vacaciones que nadie y con una jornada laboral mínima.
La enseñanza que tuvimos los de nuestra generación si era Enseñanza Pública de calidad, que aunque podía ser mejorable en muchos aspectos, era mucho mejor que el churro que hay ahora.