VENDIENDO DAIMIEL DE OTRA MANERA (Página nº 2402)

A veces se vende Daimiel con pequeñas iniciativas privadas, sin publicidad pero efectivas, y hoy creo que me ha sorprendido agradablemente una de ellas. Hemos ido a comer a la Taberna Enosentidos, antes Quitapenas, antes Bodega Galiana y algo antes tienda de Augusto Negrillo, y además de tomar la acertada decisión de utilizar el comedor interior, más amplio y cómodo, para las comidas de diario y colocar una estupenda puerta acristalada, han transformado el fondo con una foto-mosaico gigante iluminada de la Motilla del Azuer. En cuanto la he visto he pensado que, de no conocerla, como cualquier visitante o turista que se acercase a comer allí, preguntaría de inmediato qué era ese sitio y cómo podía visitarse. Porque de inmediato alguien entiende que esa imagen va vinculada al pueblo, despierta su curiosidad y solo necesita información para que, de algún modo, pueda dar el paso de querer acercarse a verla.

Me dirán que aún no es visitable pero lo será de forma inminente y esa foto-mosaico, aunque no sé si se debe llamar así, seguirá ahí creando la curiosidad, mostrando uno de los reclamos turísticos que ofrece Daimiel, animando a interesarse, y hoy mismo había varios grupos de comensales con ese perfil de visitantes de Las Tablas que aprovechan el fin de semana o el puente para conocernos y que no se han quedado indiferentes ante ese panel fotográfico, una magnifica idea del dueño de Enosentidos que, de paso, está convirtiendo su local en referente daimieleño para quien quiere comer bien, otro elemento esencial que pasa al boca a boca entre quienes nos visitan y que animará a nuevos visitantes.

Lo dicho, Daimiel se vende de muchas maneras, a veces con pequeños detalles, con iniciativas modestas pero eficaces, y eso también lo necesitamos, implicación de todos para hacer de Daimiel un destino muy deseable.

Por cierto, no acompaño foto porque el comedor estaba muy concurrido y no me parecía procedente. En otra ocasión la haré.

*