EL INICIO DEL DESASTRE FUE UNA AUTÉNTICA MARAVILLA (Página nº 2350)

Lo digo absolutamente hechizado por esta foto que Miguel Díaz de Mera ha colgado en el grupo "Daimiel en el recuerdo" y que muestra la estructura de la conocida como "los pisos de Tocón", en una época en la que no se ponía nombre a los edificios y el pueblo rápidamente solventaba esa falta con una denominación popular que ha perdurado décadas. Y es que la imagen es una auténtica delicia, una maravilla para la época, finales de los sesenta, y como alguien ha escrito el primer apunte de modernidad para un pueblo que abordaba su segundo bloque de pisos ( creo que el primero es el de la calle Nueva, esquina con Jabonería) y que lo hacía desde una forma constructiva novedosa para los lugareños.

Quiero pensar, porque aunque yo tenía seis o siete años no me acuerdo de ese periodo de construcción y sí del bloque ya terminado, que aquella estructura debió concitar toda la atención, e incluso la polémica que siempre hay sobre lo novedoso, tanto por esa forma de construir como por las dimensiones de la edificación. Y que la sorpresa también daría lugar a pensar que aquello nos adelantaba a un progreso urbano sin precedentes.

Sin embargo, con la perspectiva del tiempo hoy sabemos que aquello no creo un modelo integrador, no alentó la transformación urbanistica con un cierto criterio estético, sino que fue el inicio del urbanismo feroz, especulador, que devoraba solares y casas sin ninguna vocación armónica y que fue convirtiendo aquel pueblo blanco de dos alturas hasta hacerlo irreconocible y más feo.

Y no es que yo reivindique calles entarugadas, casas encaladas y una imagen fija del pueblo que fue, lo que ocurre es que Daimiel hubiera podido crecer de otra manera mucho mejor, más armonioso y atractivo, con bloques de pisos también pero igualando alturas, asumiendo criterios estéticos conjuntos y no esa miscelanea de estilos discordantes, equilibrio en definitiva que no estaba en la idea de esa foto maravillosa pero que representa, además de la modernidad, el inicio del desastre que nos arrastró en las décadas siguientes.

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