Guste o no los cargos públicos siempre estarán bajo el escrutinio público. Eso es así y, además, es bueno que sea así, y el que asume un puesto de esa índole también sabe que, desde ese momento, difícilmente pasará desapercibido. Y eso no es óbice para que dicha atención sea dirigida exclusivamente a su labor política evitando que el ámbito privado se vea expuesto a ese escrutinio.
Curiosamente esto no suele pasar, y en ocasiones se pretende utilizar esta cuestión tanto para desacreditar a una persona como para tratar de protegerla, y eso es un mal uso de de esta idea de que los ciudadanos quieran conocer sobre sus representantes políticos.
En este blog no se trata de asuntos de ese tipo y aunque han quedado para otros foros asuntos de casas, amores y otras cuestiones nunca, creo, han llegado aquí, por eso me sorprende que a esta entrada de "El concejal desaparecido" lleguen comentarios como el de intromisión en la privacidad, simplemente porque quien lo hace parece conocer algo que ni sabemos los demás, ni nos interesa ni se ha mencionado en la citada entrada. Solo se menciona un hecho, la desaparición pública de un concejal electo. Ni se le culpabiliza ni se le ataca, todo lo más se especula con una causa política y nunca personal para este aparente retiro. Y se da una opinión personal sobre su papel como concejal en estos dos años.
La privacidad es un derecho, nadie lo duda, y la actividad política es una actividad pública, no privada, y eso nadie lo puede dudar tampoco. No confundamos a la gente.
Aquí no se trata de airear nada de nadie a nivel personal pero si se habla de que hay concejales que asumen tareas de concejalías que competen a otros concejales simplemente porque estos no pueden desarrollarlas debidamente pues hablamos de política y de políticos y esto no tiene por qué ser ofensivo si es real. O, por ejemplo, cuando el otro día se hablaba del alcoholismo del presidente checo se hace por la repercusión de los efectos del alcohol notorios durante un acto público en el que representa a la jefatura del estado checo porque a nadie le debe interesar si en su tiempo libre, en su hogar, bebe o no bebe, pero sí tiene relevancia cuando afecta a su actuación pública.
En todo caso si escribí esa entrada fue porque a mí me ha llamado la atención cómo Pecharromán ha ido perdiendo presencia política, que es algo constatable, y ni le pido explicaciones ni le ataco por ello, porque entre otras cosas vuelvo a decir que tengo una buena opinión de él desde mucho antes de aterrizar en política y no me ha hecho variar esa opinión desde entonces. Y no creo que tenga que pedir disculpas por ello aunque haya quien afirme que he patinado al escribir sobre el asunto.
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