La democracia española es cada vez más pequeña. La justicia menos fiable. Todos arriman el hombro para salvar el culo a un miembro de la familia real y hasta la Agencia Tributaria justifica las firmas de la Infanta Cristina como correspondientes a un acto inconsciente de ésta tras verificar que las había estampado ella misma.
No sé si la monarquía se puede permitir las actuaciones de algunos de sus miembros pero creo que aún menos le puede favorecer este superior afán de salvaguardarla jurídicamente de manera que parezca reprochable a buena parte de la población.
No soy antimonárquico ni prorrepublicano pero de este lance, si finalmente se consuma, quien más tiene que perder es la Corona, y la democracia.
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No os engañéis, las cárceles nunca serán para botines ni infantas ni para políticos corruptos. ¡Hasta ahí podíamos llegar, solo nos faltaba tener una democracia decente y una justicia justa!¡Qué insolencia!
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