Quizá pueda parecer una valoración interesada ya que una de las personas que más agradecerá la obra es mi madre pero lo cierto es que, por encima de ese beneficio a ella la construcción de esos accesos mediante rampa desde el Paseo del Carmen a las calles del barrio conocido como "Los Hotelitos" da respuesta a una necesidad de muchas personas de avanzada edad a los que las escaleras ya les suponía un gran esfuerzo, hasta el punto de que conozco a varias de ellas que preferían dar un rodeo hacia la calle Faustino Torquito para esquivar esos peldaños terribles para sus articulaciones.
La primera de las rampas, justo la que presentaba mayor desnivel entre el paseo y cuya escalera tenía más escalones, ya ha sido terminada y el sentir de los vecinos es bastante satisfactorio porque, como digo, les resuelve un obstáculo importante pues, además de esos escalones, carecían de pasamanos como ayuda en la subida y bajada, y eso, unido a la inseguridad en los desplazamientos, las lluvias y heladas, hacía que afrontasen esa necesidad extremando las precauciones o terminando por desistir y buscar otra vía alternativa aunque les obligase a caminar bastante más.
Yo creo que dar respuestas a las necesidades de la gente es una de las principales tareas de los gobernantes locales y esta obra era necesaria, tanto como demandada, y por tanto un acierto se mire por donde se mire.
Y es cierto que habrá otras de las que no he hablado, seguramente porque no las he visto o las desconozco, o incluso otras también demandadas que todavía no se han podido realizar, pero quede aquí mi felicitación y, sabiendo el beneficio que tendrá para esas gentes a las que conozco desde crío, mi agradecimiento.
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