Siempre se ha dicho que el sentido común es el menos común de los sentidos y si hay un campo, amén de este otro de los sentimientos, donde el sentido común escasea es el la gestión política. Lo cojas por donde lo cojas será difícil que encuentres alijos de sentido común en las decisiones que toman, y me refiero a sentido común para defender los intereses generales, gobernar para todos, buscar soluciones globales y hacer que las cosas funcionen sin que una parte de la ciudadanía se sienta marginada.
Supongo que si el sentido común prevaleciera los partidos políticos no funcionarían como funcionan, colocando sus peones, acaparando poder, vendiéndose a los intereses empresariales y hundiéndose en sus numerosos casos de corrupción.
Supongo que si el sentido común fuera el norte que les guiase comprenderían que subir impuestos sólo es una solución recaudatoria cortoplacista que no se compensa por la caída del consumo, el cierre de empresas y comercios y la búsqueda de productos de ínfima calidad para cubrir necesidades.
Supongo que si el sentido común dominara se habrían dado cuenta de que no pueden pedir sacrificios a las personas si los propios partidos no están dispuestos a sacrificarse reduciendo sueldos, cargos, administraciones y enchufismos.
Supongo que si reinara el sentido común ya se habrían percatado de la grieta social que se ha abierto contra ellos porque las personas, al contrario que los partidos, suelen tener episodios de sentido común más frecuentes y ya se han dado cuenta de que el verdadero problema, el cáncer real del país, es la clase política, la casta apalancada en el poder, autista ante la realidad y negada para el sentido común.
Y en ese ámbito la viñeta de Forges resulta verdaderamente acertada. Sólo falta que a los partidos políticos, a sus componentes actuales, se les aparezca el sentido común y se vayan de una puñetera vez, devolviendo la democracia a los ciudadanos y dejando paso a una nueva generación de políticos que no tengan como principal objetivo de gobierno sus propios intereses particulares.
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