sábado, 23 de febrero de 2013

POR UNA CONSTITUCIÓN MEJORADA (Página nº 1674)

Antes que nada perdonar porque en estos dos días apenas haya actualizado el blog y moderado los comentarios. Por cuestiones personales he estado de viaje, parte de ese tiempo, y no he tenido oportunidad de pasarme por él hasta ahora mismo.

Por los comentarios entiendo que algunos piensan que la Constitución Española es un texto inamovible, que lo que se votó hace más de tres décadas ha de ser asumido sin más y sin someter a este texto constitucional a ningún escrutinio. Pero, en mi opinión, esos más treinta años son suficientes para cierta perspectiva analítica, la detección de aquellos aspectos reformables y la ejecución de las modificaciones a que hubiera lugar para que hoy en día podamos tener una Constitución Española adecuada a la realidad de un país que ha ido cambiando, que ha ido encontrando en el marco constitucional carencias y que no nos podemos permitir dejar ahí sin más, simplemente porque en su momento se creyera que era la mejor redacción posible para conjugar todos los intereses de quienes la redactaron.

Yo no voté esa Constitución. No porque no me gustara. Simplemente era menor de edad. Pero yo no pido cambios porque no la votara ni porque desprecie los votos de quienes si pudieron y la respaldaron. Y aunque hubiera podido votar y lo hubiera hecho a favor eso no me obliga a creerla infalible o perfecta ni me impide, en cualquier momento, pensar que necesita revisarse. Porque eso el lo que me llama la atención de algunos comentarios, ese afán de hacer creer que no tiene vuelta de hoja o que el haberla votado implica adhesión inquebrantable treinta y pico años después. O esos otros comentarios que pretenden dar a entender que los que creemos que se debe revisar la Constitución somos poco más o menos que unos traidores a la democracia, aunque creo que la necedad queda tan a la vista que sólo el que lo escribe se toma en serio.

La inmunidad del Rey, hilo del que salieron los comentarios, es, si se piensa, un asunto menor con otras modificaciones de mayor calado que está pidiendo el texto constitucional, pero ya metidos en la petición de introducir cambios se ha de tratar con el mismo interés los asuntos mayores como los menores, y más cuando la ciudadanía, parte de ella, comienza a no sentir como propia una carta magna que presenta tantos desconchones y grietas.

A mí, una reforma constitucional parcial o una nueva constitución me daría lo mismo si el resultado termina siendo un texto más pegado a la realidad y que ponga remedio a todos los errores que se han ido detectando en el texto actual. No puede ser que hayamos conferido tal valor simbólico a esta constitución democrática, tras un largo periodo dictatorial, que creamos que con eso ya está hecho todo porque los valores simbólicos no tienen por qué dar las respuestas adecuadas a las necesidades actuales y una constitución está ahí precisamente para ser el marco básico legal que de respuestas a las necesidades de ahora y desde la realidad de nuestro tiempo.

Y pedir esto no es desafección, es exigencia cívica, demandar un texto constitucional aún mejor.

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2 comentarios:

  1. Hace decadas nuestra constitución estaba relativamente aceptable para aquellas fechas, hoy presenta un desfase considerable con los tiempos que vivimos. Reformarla sería lo más acertado.

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  2. Puff, yo viendo de lo que son capaces prefiero dejarla tal y como está. Lo revolucionario es llevar a Constitución a la práctica real y no solo para llenarnos la boca de que somos demócratas. Como la reformen seguro que cambian estos articulos (atentos al último que pongo):


    Artículo 27.1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.

    Artículo 31.2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.

    Artículo 35.1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo

    Artículo 43.1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.

    Artículo 44.1. Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho.

    Artículo 44.2. Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general.

    Artículo 47. Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

    Artículo 128.1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.

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