Actual y, por el efecto de su gestión, posiblemente se convierta en el más nefasto de los que haya habido en esta democracia, y juro que tal cosa sería de un mérito considerable viendo el catálogo de ineptos que han tenido a gala colgarse una cartera ministerial. Hablo de Alberto Ruiz Gallardón, y no es broma, pero creo que vamos a recordar mucho tiempo a este caballo de Atila como el tipo que más hizo contra los derechos y la democracia desde que ésta se instauró, y que deja asomar, pese a la máscara que algunos pretenden seguir tragando, el perfil del más radical y reaccionario de los ministros conocidos exclusivamente por su gestión en Justicia. Y lo malo es que no es por incompetencia, que de estos hemos tenido hasta presidentes de gobierno, sino por convicción en desmantelar derechos básicos, convertir la justicia en un recurso elitista y desamparando a las mayorías sometiéndolas a indefensión, manipular todavía más la justicia colocando a los peones por ideología, restringir derechos básicos que solo buscan contrarrestar la fuerza del poder político. Nada en sus manos es inocente, improvisado, porque Gallardón es el liquidador silencioso, un tipo tan listo como pérfido e infame, alguien elitista que siempre pensó en la mayoría como chusma fácilmente manejable.
Puede que si buscásemos ministros más infaustos cayésemos en la trampa de creer que el ruido que generaban, como este Wert de ahora o el mismo Fernández, de Interior, aquel olvidable Barrionuevo, Bibiana Aido, Álvarez Cascos, Maleni Álvarez, Corcuera, Celia Villalobos, Bermejo, Carmen Calvo, pero los verdaderos peores ministros son aquellos que con sus decisiones y gestión hicieron gran daño al país y al sistema y la mayoría de ellos lo hicieron casi desde la discreción como Maravall, Guerra, Boyer, Rato, Montoro, Elena Salgado, Solbes, sin que por ello menguara una herencia lamentable para los intereses generales. Y aún así, lo mantengo, el peor de todos ellos, si saca adelante, y parece que sí, sus reformas es Gallardón, el que nos devuelva, en muchos aspectos, a las épocas más infames que avergüencen a una democracia, el mirlo blanco devenido en ángel exterminador, y ni por un segundo creo estar exagerando.
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Los otros pecaron y pacan de ignorantes, pero este sabe bien lo que se hace. Ni Franco se atrevió a tanto.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Totem. En mi opinión hay, a lo sumo, una ministra mediocre en el gobierno, el resto de ministr@s oscila entre la ineptitud, el conflicto de intereses particulares o rayan lo nefasto, a la cabeza de los cuales se empeña en distinguirse Gallardón; según parece, retrotraerá la justicia al derecho medieval, y si no acaba re-instaurando el derecho de pernada o los autos de fe cristiana, poco le faltará. Y lo peor es que lo hace por convicción propia; nadie le está empujando a plantear las salvajadas que piensa convertir en ley.
ResponderEliminarYa digo; las maquiavélicas involuciones que plantea nacen del odio más absoluto hacia quienes no comparten su ideología y serán ley, pero no son ni justas ni dignas de acatarse o respetarse. Y cuando se plantean y se imponen por decreto leyes injustas, se está destapando la caja de Pandora. Ojalá un mal viento, de los que ahora siembra, se lo lleve.
Cada día este blog avanza a la radicalización.Cada uno con su blog puede hacer lo que quiera, pero luego no te las des de imparcial.
ResponderEliminar¿Pero crees que ser imparcial es ser equidistante? No señor, el radical es Gallardón que nos lleva al pasado, al miedo, a la indefensión y a la falta de derechos.
EliminarDí que sí, es el peor con diferencia, un auténtico terror disfrazado de demócrata.
Siempre me dio pena la indefensión ahora me da miedo, sí miedo de que el pueblo llano estemos acorralados incluso por la justicia.
ResponderEliminarSi no te gusta el blog,ya sabes,esto son lentejas,si quieres las comes y si no....No obligan a nadie.
ResponderEliminarNo entiendo que dar una opinión contundente sobre la gestión de un político sea radicalidad. Radical, en mi opinión, es la propia gestión y el resultado que tendrá para los ciudadanos de a pie, convertidos en prodelincuentes por fotografiar o grabar a un policía porque cree que se excede pero legitimando los excesos de éste, personas que verán su acceso a la justicia limitado por una cuestión básicamente pecuniaria que trata de disuadirles y que al final fomenta la indefensión, con la vuelta a una forma de designación de cargos judiciales donde primará la filiación ideológica sobre el mérito y que, en último grado, es un blindaje potencial para los propios políticos y un flanco de debilitamiento en la credibilidad de la propia justicia de jueces con carnet, y así podríamos seguir. De Felipe y Guerra, socialistas, nació esa pérdida de independencia de los jueces, sospechosos de franquistas, pero lejos de corregir esa tendencia, cuando el franquismo es afortunadamente residual, otros políticos y ahora Gallardón han elegido que los jueces se postulen por su ideología y fidelidad a las siglas políticas y creo que ese es uno de los cánceres de nuestro sistema.
ResponderEliminar¿Qué es la imparcialidad? ¿Decir que como los otros lo hicieron hay que entender que estos lo hagan?, ¿ver como normal una anormalidad? Pues creo que no, la imparcialidad es no cargar la crítica más sobre el personaje porque se pertenezca a un partido u otro y ser lo beligerante que merezcan las decisiones del personaje y no la simpatía o antipatía que despierte en nosotros dicho personaje y yo critico las decisiones políticas de Gallardón como ministro de Justicia, lo que esboza su ministerio y el resultado que tendrá para los ciudadanos y, en base a eso, digo otra vez que tengo claro quién es el peor ministro actual y añado que lleva camino de ser el peor de todos los que recuerdo porque su gestión hace este país y la justicia manifiestamente peor para la mayoría de ciudadanos.
Vaya "empanada" mental.
Eliminar¡Vaya argumentazo el tuyo!
EliminarA las respuestas: argumentar vosotros, así podríamos discernir vuestras razones para descalificar el razonamiento de Javi. Es muy fácil criticar sin criterio, valga la redundancia.
EliminarTotalmente de acuerdo, el pueblo estamos totalmente indefensos ante personajes como estos que nos atacan sin ingun tipo de impunidad ni respeto haciendo que el miedo nos rodee y se instale de manera permanente en cada uno de nosotros.
ResponderEliminarDesterrada la justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad que está unida a ella y vive por ella.
ResponderEliminarJuan Luis Vives (1492-1540) Humanista y filósofo español.
¡ A disfrutar o padecer lo votado!
Eliminar¿Alguien, de verdad, no conocía la aténtica derecha española?
Ahora de nada sirve ya hacerse los sorprendidos.
Afortunadamente no todos son iguales.
Me temo que no conocemos qué y quién es la derecha, salvese quien pueda
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