Es llamativo el concepto que tienen los políticos de la palabra libertad. La utilizan recurrentemente como si llegara de sus manos, como si les debiéramos a ellos esa ganancia. Eso prueba que, en realidad, la libertad no está tan normalizada cuando una y otra vez nos presentan que tras sus decisiones viene el logro de ser más libres, aunque sea para elegir según qué, cómo y cuando.
El último ha sido el inefable Marcial Marín, actual consejero de Educación de Castilla-La Mancha, que en su alarde de exagerar los cambios en los criterios de baremación para el nuevo proceso de admisión de alumnos de cara al curso 2013-2014, ha soltado la perla siguiente:
"es una apuesta por la libertad, por la estabilidad de plantillas y por la igualdad de oportunidades"
.Aceptando lo de la igualdad de oportunidades, con muchos matices, pues el baremo ya introduce desigualdades, como lo hacía el modelo anterior, y dejando al lado algo tan falso como la apuesta por la estabilidad de las plantillas, que no se sostienen para cualquiera que conozca mínimamente la educación en nuestra región, decir que modificar la zonificación, pasando de la multizona a la zona única, es una apuesta por la libertad de elección es tan ridículo que sólo un hipócrita o un político pueden decirlo sin que se les caiga la cara de vergüenza. Y lo explico:
Hasta el pasado año cualquier familia tenía la libertad de elegir el centro o centros a los que optaba, indicando el orden de preferencia en que lo hacían. ¿Y este año? Lo mismo. La diferencia, pues, no está en la libertad sino en contar con la misma puntuación para todos los centros y eso no es libertad sino igualdad de condiciones si vives en esa ciudad y si no es lo suficientemente pequeña como para que sólo haya un centro o demasiado grande para que sí tenga una zonificación, como se establece en la resolución.
¿Esto garantiza que una familia pueda llevar a su hijo al centro de primera elección, a pesar del canto a la libertad? No. ¿Y antes? Tampoco. Los centros con demanda superior a oferta dejará a alumnos fuera y optando por segundas, terceras o más opciones. Igual que antes. Si un colegio tiene 28 plazas y treinta y cinco solicitudes siete quedarán fuera, o alguno más si hay alumnos con necesidades educativas especiales entre los que entran, y eso ha venido ocurriendo antes y puede pasar ahora, a pesar que la elevación de la ratio facilita que sean menos los casos. Pero elevar la ratio no es una decisión por la libertad sino por el ahorro, no confundamos.
Como mucho estos cambios no traen la libertad sino la competitividad y por eso, irónicamente, titulo esto con ese "cierren las ventanas, que sopla la "libertad"". Cuando venga la libertad, de verdad, entonces sí, abramos puertas y ventanas de par en par, pero eso no nos lo va a traer un político interesado para vendernos la moto con la palabra mágica (como otras palabras mágicas: derechos, igualdad, solidaridad) sino una ciudadanía más exigente con lo que tenemos y con quienes nos gobiernan.
Y aclaro, no critico aquí la nueva baremación, que ya dije que en Daimiel va a tener un efecto mínimo porque en los últimos cinco años el 99% de los alumnos están en el centro que eligieron en primer lugar, sino el uso de la palabra libertad en algo que no es verdad.
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Enlace:
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http://www.cuencaalternativa.net/2013/01/profesor-conquense-sancionado-por.html
ResponderEliminarLo que decimos, la "libertad" que sopla
Eliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=rNmj9VevJGo
ResponderEliminarNo, debe ser mejor esto para ti:
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=38whpuo6YuY
profesores sancionados por decir lo que piensan o llevar camisetas, policias indultados tras torturas, banqueros indultados tras robar a manos llenas, asesinos al volante tratados como heroes, chavales retenidos sin cargos ni juicios tras manifestarse.
ResponderEliminarVIVA LA LIBERTAD