Ofrecer la oportunidad, abrir la puerta a una experiencia musical, fomentar una educación rítmica. En el fondo, como en todo, exponer a cualquier persona ante un estímulo capaz de atraparle y hacer que encuentre una manera particular de expresarse.
Ese, sin duda, era el gran aporte de las bandas de música, municipales o no, aunque de las primeras partiera el mérito mayor de aglutinar, en las ciudades pequeñas y los pueblos, a quienes buscaban en la música un modo de manifestarse de una manera más reglada y sistemática. Porque es cierto que a través de otro tipo de música popular muchas personas accedían al lenguaje musical pero de manera más intuitiva que metódica y orillando una formación de mayor rango académico.
Después surgieron las escuelas municipales de música, una manera aún más eficaz de democratizar el acceso a una música reglada, un paso previo para que, después, muchos de sus alumnos pudieran acceder a estudios de Conservatorio e, incluso, conducir a los mejores a poder vivir profesional o semiprofesionalmente de la música.
Ahora la crisis ha servido de excusa para empezar a desmontar estos servicios públicos en muchos lugares, a desandar un camino que parecía firme y, de esa manera, a devaluar la educación musical situándola como accesoria y poco menos que prescindible. Y de igual manera en algunos lugares se comienza a contemplar las propias bandas municipales con esa prescindibilidad arrogante que da la ignorancia.
Incluso se baraja que en los centros de enseñanza la asignatura de Música podría ser una de las sacrificadas con la potenciación de Lenguaje y las Matemáticas y el desdoble del actual Conocimiento del Medio en dos disciplinas que se busca recuperar, Las Ciencias Sociales y las Ciencias Naturales, y a mí no me cabe duda de que de ser esto así no sólo se daría un golpe definitivo a la formación musical sino que estaríamos impidiendo todos los valores que la Música ya han demostrado tener para la formación personal y académica de quienes se acercan a ella.
Hoy mismo aparecía un artículo en El País al respecto y que, de alguna manera, me arranca a escribir sobre el tema, justo a mí, un negado musical que, sin embargo, en esa ignorancia cree saber entender su valor. Y en él se citan las palabras de Manuel Blanco, nuestro músico más destacado, que dice lo siguiente:
"El resultado se podría empezar a apreciar ahora, porque los músicos más jóvenes que triunfan estos días, accedieron a la educación justo antes de que se implantasen este tipo de escuelas.
Como el caso de Manolo Blanco, de 27 años. Uno de los músicos jóvenes de mayor talento y proyección de este país. Trompeta de la Orquesta Nacional de España, anda estos días grabando para Deutsche Grammophon y solicitado por las grandes formaciones europeas. Empezó en Daimiel, desde abajo. Hijo de policía local y ama de casa, cree firmemente en la educación pública. “Estas escuelas también son un medio para gente humilde de aprender música, progresar y acceder a los conservatorios. Si no, al final, la música se quedará para los ricos”, advierte. “Muchos empiezan ahí por hobby, descubren que les gusta y terminan en el conservatorio siendo grandes profesionales. Ahora, a las familias que luchan por sobrevivir les será complicadísimo”, añade Blanco."
Creo, sinceramente, que entre muchas de las decisiones por la crisis esta es una de las más erróneas, prescindir de facilitar un acceso más universal a la cultura y, en ella, a la música. Y es mucho más difícil abrir caminos que desandarlos y sería lamentable no conservar, por ello, lo ya andado.
Enlace a El País:
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Si la noticia viene de El País, no me creo nada, ese periódico se dedica a lanzar bulos y cuando se demuestra que es mentira, no se retracta, como le pasa a Público, son diarios basura. Tienes poca credibilidad si lees ese panfleto.
ResponderEliminarPues pregúntale a Manuel Blanco cuando lo veas por el pueblo a ver si dijo eso de verdad o no.
EliminarLa misma que la Razón, el ABC o el Mundo
ResponderEliminar¿vas a dar tu opinión del acto del jueves?
ResponderEliminarComo va a opinar de algo que no conoce? Ah sí que se atreve
ResponderEliminarCuanto os amarga a algunos la libertad.
ResponderEliminar¿Como va a comentar la gente para no aportar nada?
Ah pues algunos si que se atreven.
Para el anonimo de 08:16.
ResponderEliminarY apareció de nuevo el fascismo, y además bien temprano.