viernes, 19 de octubre de 2012

INDULTOCRACIA (Página nº 1365)

Sin entrar a valorar otra cosa que la recurrente costumbre de otorgar esa medida de gracia excepcional por parte de los distintos presidentes que ha tenido nuestra democracia actual, convirtiendo la excepción en casi ordinaria, me pregunto si ese exceso de indultos de todo tipo no constituye un síntoma más del fracaso del sistema judicial con cargos políticos enmendando la plana de sentencias que, se supone, están fundadas en virtud de los juicios que se celebraron en su momento y el trabajo de fiscales, abogados y jueces, que por cierto tienen un coste presupuestario importante con la intención de hacer justicia.

No sé qué fundamentación real tiene cada decisión de indultar tomada por los distintos gobiernos, sin excepción, ni qué criterio objetivo se sigue para elegir a los agraciados de casi cada viernes en los Consejos de Ministros o no contemplar medida igual para otros tantos. Ni siquiera voy a entrar en los muchos casos que han despertado sorpresa, indignación e incomprensión y que han sido discutidos públicamente por colectivos que no encontraban razón para ese premio.

Lo que tengo claro es que unas leyes justas, unos procedimientos justos, han de dar condenas justas y esa gracia política, basada únicamente en gozar de tal privilegio sin tener que ofrecer casi explicaciones, debiera quedar reducida para casos realmente excepcionales y no en este chorreo cotidiano, y sobre todo teniendo en cuenta que ya la justicia cuenta con mecanismos generosos de redención de penas por numerosas causas.

Estamos asistiendo a una indultocracia que en el montón anónimo excarcela, desde hace años, a personajes que, en la opinión pública, no merecerían tal trato pero que pasan desapercibidos entre ese número alto de agraciados por decisión política. E insisto, es algo que está pasando desde los principios de nuestra democracia recuperada, sin distinción de color o ideología, haciendo de la excepción costumbre y pervirtiendo, a mi juicio, el sentido real de lo que debiera ser la política de indultos por parte de los gobiernos de un país.

<<>>

4 comentarios:

  1. Una búsqueda en el BOE arroja los siguientes resultados por año.

    Presidente

    Adolfo Suárez UCD

    2 de abril de 1979 a 26 de febrero de 1981

    410 indultos



    Leopoldo Calvo-Sotelo UCD

    26 de febrero de 1981 a 2 de diciembre de 1982

    878 indultos


    Felipe González PSOE

    2 de diciembre de 1982 a 5 de mayo de 1996

    5946 indultos

    José María Aznar PP

    5 de mayo de 1996 a 17 de abril de 2004

    5901 indultos

    José Luis Rodríguez Zapatero PSOE

    17 de abril de 2004 a 21 de diciembre de 2011

    3226 indultos

    Mariano Rajoy PP

    21 de diciembre de 2011 hasta hoy

    ¿390 indultos?

    Fuente: Wikipedia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gran demostración de que la política en este país es cuento chino y que eso de "izquierda y derecha" es tan mentira que da risa.

      http://www.youtube.com/watch?v=OPgKhPldW2c

      Eliminar
  2. http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/19/espana/1350667148.html?a=7c95fb6021ebcd655ceca9de179a11be&t=1350671393&numero=

    Un abogado indultado por Zapatero hace cuatro años en la trama china

    ResponderEliminar
  3. A casi indulto y medio por día. Si no fuera por lo que es, podríamos pensar que sólo han sido elegidos para esto, para indultar a los suyos. Sin embargo, pensándolo bien, es mejor que tengan que indultar a que los jueces directamente prevariquen debido a coacciones políticas.

    ResponderEliminar