EL CASO DEL PLENO CONDICIONADO (Página nº 1247)

Lo único que sé del asunto es a través de la noticia que aparece en daimiel.es y que parte de la rueda de prensa dada por el grupo municipal socialista. Pero de golpe, así planteado, llama poderosamente la atención este asunto del pleno ordinario fijado para el tres de septiembre, cuando la gran mayoría de los daimieleños disfrutarán, ya, de sus fiestas patronales. 

Cito lo publicado:

"En su comparecencia, ha anunciado que el lunes 3 de septiembre se celebrará pleno ordinario por "voluntad del equipo de Gobierno". En palabras de Maestre, la alternativa que se ofrecía a celebrar este pleno en mitad de la Feria era "o no hacerlo, o hacerlo en la segunda semana de septiembre sin preguntas" (de carácter extraordinario). "Entendemos que nuestra obligación es controlar la acción del equipo de Gobierno", añadía. "

Y guste o no, aquí se plantean varias cuestiones:

¿Es la fecha más adecuada?

Es evidente que no, salvo que se quiera que pase casi desapercibido, puesto que serán pocos los que puedan seguir la sesión presencialmente o por radio y televisión, cuando el cuerpo nos pide alegría y feria.

¿Quién gana con esa convocatoria?

Parece claro que el Equipo de Gobierno, que si no ganar al menos no se somete al desgaste habitual dado el seguimiento que suelen tener los plenos municipales, porque el resto de grupos o los ciudadanos, en todo caso, pierden. Los primeros, proyección de su labor fiscalizadora y su tarea de oposición. Los ciudadanos, poder asistir al único momento mensual de debate político donde conocer, hasta donde se puede, los temas de actualidad que se ponen en el orden del día.

¿La alternativa era un pleno extraordinario, por tanto sin el punto de urgencias, ruegos y preguntas?

No necesariamente porque ya se han celebrado otros plenos ordinarios fuera del primer lunes de mes cuando ha habido fechas que se creían poco adecuadas. Sólo hacía falta buena voluntad y acuerdo, y no parece que haya sobrado de lo primero ni haya habido opción de lo segundo. Si se hubiera querido no existía obstáculo insalvable para trasladar al 10 de septiembre un pleno ordinario, y estoy convencido de que los grupos de oposición lo hubieran respaldado. Y de otro lado es que es normal que los grupos de oposición no renuncien a un punto que se ha convertido, siempre, en el que más interés congrega y donde más conocemos los ciudadanos de determinadas cuestiones que, de otro modo, quizá, ni llegáramos a conocer.

¿Y que no hubiera pleno de septiembre?

Eso hubiera sido aún peor, después de que en agosto, como es costumbre, no se haya convocado. Salvo que se busquen excusas para no pasar por el trago de tener que dar cuentas, no porque haya algún tema candente sino por el hecho mismo de tener que someter la acción política al escrutinio del pleno cada mes, no se entendería que pasasen tres meses (dos convocatorias) sin efectuarse esta sesión plenaria.

¿Es el Pleno Ordinario de Septiembre el mal menor?

Planteado con esas otras alternativas sí, pero no deja de ser criticable, si el tema es como se relata en la noticia, la falta de cintura del Equipo de Gobierno.

Enlace a la noticia:

http://www.daimiel.es/ptr/vista/vptr002/post.html?D.k=2788099

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