Es evidente, cuando los partidos políticos alcanzar el poder comienzan a aparecer nombramientos de parientes de altos cargos en la estructura organizativa de las administraciones que controlan. Ahora ha sido muy comentado el caso de IU en Andalucía, con Amanda Meyer, hija del eurodiputado Willy Meyer, como secretaria general de la Vivienda, Rehabilitación y Arquitectura; de Enrique Centella, hermano del portavoz de IU en el Congreso y secretario general del PCE, José Luis Centella, como director general de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional, o de Luis Gabriel Naranjo, padre de la pareja del secretario general del PCA y senador de IU por la Comunidad Autónoma de Andalucía, José Manuel Mariscal, como director general de Memoria Democrática. Mucho antes lo habíamos visto en el resto de partidos que han gobernado a nivel estatal, autonómico, provincial y local, y en todo tipo de cargos, desde más modestos a los de mayor enjundia.
Suelen defenderlos, de cara a la opinión pública, con que son gente muy preparada y brillante, capacitados para el puesto nombrado, y hasta suelen recurrir al argumento de que no se les puede discriminar por el hecho de ser parientes, como si ese elemento fuera inocuo en la mayoría de los casos. Incluso luego está ese otro de la confianza, como aquel político que nombró a su cuñado chofer alegando que nadie mejor en el que confiar porque dentro del coche mantenía conversaciones delicadas y confidenciales, lo que ya parecería justificar que toda la familia fuera regalada con mombramientos porque serían las personas de mayor confianza para quienes las designan, lo que como argumento es bastante burdo y despreciable.
Yo no digo que los nombramientos de parientes signifique que los nombrados sean siempre mediocres o incompetentes para el puesto pero tampoco me creo que sean de los mejores para desempeñarlos y que el plus familiar juega decisivamente frente a otros méritos. Y si son tan brillantísimos ¿cómo es que casi siempre se refugian en el peso político de sus padres, suegros, hermanos, primos o tíos, en ese adocenamiento político tan gratificante y no compiten en el mercado laboral privado desvinculado de la acción política familiar?, ¿por qué se cobijan en el regazo del poder que ejercen sus familiares donde el mérito personal se diluye en el nepotismo en vez de testar su brillantez en el campo laboral privado y desligado de la tutoría política de papá, mamá, hermano, hermana, tío, tía, primo, prima, suegro, suegra y el resto de grados que la imaginación permita?
Pero el poder político siempre vive a espaldas del sentir social, reproduce los errores consentidos por la inacción ciudadana y perpetúa ese nepotismo esclarecedor que iguala a todos y retrata a la clase política española como lo que es, una casta privilegiada y depredadora.
Y para terminar esta parodia de José Mota que hoy circulaba en la red aunque ya es "vieja":
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Salvando las excepciones y las simples casualidades (que siempre las habrá), en este respecto tenía toda la razón Manuel Milián Mestre (fundador del PP) el otro día en Salvados. Actualmente la política es una lucha de intereses y los que están en política son los oportunistas o "amigos de".
ResponderEliminarMerece la pena verlo, lo recomiendo: http://www.youtube.com/watch?v=76ChyBfo9sY
A nivel local es más sencillo, intentaló en lugar de hablar desde la barrera. Tienes tres opciones para implicarte y , dm, en las proximas municipales habrá más... pero claro es más sencillo, tener casi cuarenta tacos, no haberte implicado en la nada, ni asociaciones, ni nada.... solo preocuparte de salir de bares con los colegas y alguna kdd que otra en una terracita de verano.
ResponderEliminarEste señor del blog tiene ya los cincuenta cumplidos. Así que más respeto, eh.
EliminarParticipar o no en la vida política es una opción. Se elige o no pero eso no impide que si no optas a entrar en una candidatura no puedas opinar, tengas 18 o tengas 80. Y nada tiene que ver eso con la proliferación de parentela en cargos públicos. Si te molesta la opinión del bloguero mas nos molesta a algunos tanta familia metida a dedo y tanto mamoneo, con el que tú pareces estar encantado cuando criticas al autor del blog y no el pasteleo familiar.
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