Los cuernos tienen mucha literatura. Y mucha música. Y el otro día, cuando rememoraba aquí a la cantautora Ana María Drack y su tema de la bomba neutrónica recordaba que uno de sus temas más celebrados en los conciertos era justo ese titulado "Cuernos", en los que hacía una expecie de inventario general tanto de los físicos como de aquellos otros simbólicos:
Son muchas las canciones que giran en torno a esa parte de cuernomanía que trata de las infidelidades y que narran, de una manera u otra, episodios de toda índole. Pero como no quería extenderme y era mejor prescindir de aquellas que relataban casos concretos pues he recurrido al canto celebrante de los cuernos, esa exaltación típica de Sabina que hasta los vende como terapia curativa:
Y para terminar... la imaginación como una de las bellas artes para ahorrarle un disgusto al marido:
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