sábado, 7 de mayo de 2016

DE CAÍNES Y ABELES (Página nº 3619)

Lo dijo hace más de dos mil años Plauto pero lo popularizó el filósofo inglés Thomas Hobbes: "el hombre es un lobo para el hombre", esa capacidad perversa contra nosotros mismos que llegan a explicar muchos de los episodios más vergonzosos de la historia del Mundo. Pero no hace falta llegar a esos extremos, vale si acaso quedarse en la cotidianeidad de las relaciones entre iguales y veremos que quienes nos hacen más daños son nuestros "iguales" y que nos lo hacen, incluso, sin buscar esa intencionalidad ni su resultado.
 
En todo esto suele jugar un papel importante nuestra tendencia a la generalización, a meter en el mismo saco a todos los de alguna "categoría" proyectando lo que hacen unos pocos a todos los que pertenecen a un mismo país, o raza, o cultura, o región, o afición, o gremio, o localidad, o... Ya saben de aquel viejo chiste en el que uno decía:
 
- ¡Macho, en Brasil, el que no es futbolista es puta!
 
- Perdona, pero mi mujer es brasileña
 
- Ah... esto... sí... ¿ y en qué equipo juega?
 
Lo que ocurre es que además del tópico y la generalización también juega su papel el comportamiento de algunos y esa es parte de la base para afirmar que son los propios quienes nos hacen más daño con sus actos.
 
¿Han pensado que siempre que escuchamos la expresión "albano-kosovares" está relacionado con atracos, secuestros y, en general, delitos?, ¿acaso no hay albano-kosovares excelentes y que sean así la inmensa mayoría? Nos pasa con los musulmanes, como si todos fueran extremistas y despreciables; con los gitanos, como si ninguno fuera fiable; con los andaluces, como si nadie diera un palo al agua allí y vivieran todos del subsidio; con los políticos, tal que esa condición les convirtiera ipso-facto en chorizos reputados, y así innumerables ejemplos. Y basta profundizar un poco para saber que nada es así pero que será muy difícil desprenderse de tanto prejuicio.
 
Y es que las personas no se dan cuenta de la responsabilidad que contraemos. Bastan varios casos de curas pederastas para que el daño llegue a todos con su manto de sospecha; que se descubran varios casos de comportamientos poco edificantes de docentes para que se pueda extender la idea de que todos tiran al monte; pueden descubrirse casos de corrupción administrativa o judicial que tengan como efecto poner en el punto de mira a todo el colectivo. Incluso si alguien de nuestras familias comete un grave delito salpica de inmediato a todos los familiares cercanos como si hubiera una causa genética que obligase al resto a ser potenciales delincuentes o necesarios cómplices de lo que ha hecho ese familiar.
 
No nos damos cuenta del daño que podemos causar, de ese lobo que siempre llevamos dentro porque nuestros comportamientos individuales no se quedan ahí, en individuales, sino que terminan manchando a los demás. Ese hijoputismo que a algunos no gusta que diga pero que nos convierte en caínes de nuestros abeles, en el mayor enemigo de nuestros iguales. Tristemente.


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1 comentario:

  1. Aunque no venga a cuento con la entrada, quisiera saber tu opinión sobre la destitución y nuevo nombramiento de la consejera de educación en nuestra región (con algo de nocturnidad y alevosía). Y si tú como profesional de la educación has notado algún cambio en el colegio desde que los que se proclaman salvadores de la educación pública (PSOE-PODEMOS) están gobernando en Castilla la Mancha. Gracias

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