¿SE PUEDE VOTAR EN CONTRA DE UNA MOCIÓN DE AYUDA ECONÓMICA A LOS CELIACOS? (Página nº 3525)

Cuando vi el punto del Orden del Día del Pleno Ordinario de Marzo con la moción del PSOE sobre articular ayudas a las familias con algún miembro o varios con celiaquía pensé que nadie votaría en contra y que, con los debidos matices y ajustes para hacer que esas ayudas pudieran al menos obtenerse por aquellas familias más necesitadas, prosperaría. Y sin embargo, me equivoqué, y fue rechazada con los votos del grupo municipal popular.

Sin embargo, y tras ver las intervenciones de los distintos portavoces, me dio la sensación de que, a pesar de que ese rechazo signifique dejar la situación de algunas familias en la misma dificultad previa, esta vez la argumentación para rechazar la moción tenía parte de razón, y trataré de explicarme:

Estamos de acuerdo en que el ámbito que debiera responder a las necesidades de estas familias no es, siendo estrictos, el municipal y sí otras administraciones que nunca se han mostrado receptivas a esta problemática y a muchas otras y que convierte a las familias con celiacos, cada vez más, en discriminados por una situación que hace más caras sus vidas. Y eso que cada vez más la oferta de productos facilita en parte un cierto ahorro en ellos y poder ampliar las opciones u ofertas de acceso a mayor variedad de ellos. Y estamos de acuerdo en que la situación económica de nuestro ayuntamiento tampoco da para llegar, aunque podamos discutir el destino de algunas partidas que si se dan o la prioridad de otras que nunca llegan.

Sin embargo el argumento más notorio, tras ese, es que el celiaquismo no es un problema de salud aislado, que como dijo la portavoz del Equipo de Gobierno cada vez son más y con mayor presencia otro tipo de intolerancias alimenticias, algunas de ellas con riesgo vital, u otras patologías o enfermedades raras que también requieren de un esfuerzo económico de las familias porque las administraciones apenas responden a una mínima parte o ninguna de las necesidades reales que deben afrontarse día a día, mes a mes, y que abocarían al propio ayuntamiento daimieleño a tener que responder favorablemente a todas ellas, por un efecto llamada lógico en cuanto abriera una línea de ayudas para el primero de los colectivos porque, y es entendible, el resto de afectados por otro tipo de patologías y enfermedades crónicas, enfermedades raras, pedirían, en justicia, idéntico trato.

Y lo cierto es que, tras razonarlo, puedo entender ese rechazo a la moción aunque la no respuesta de las otras administraciones deje en un limbo insultante a todos esos colectivos.

Eso sí, creo que, y no sé si se hace pero supongo que sí, en algunos casos y hasta donde se puede, que fuera de colectivos concretos y enfermedades concretas, aquellas familias en situación de riesgo, en condiciones económicas de penuria, serán atendidos por los servicios sociales para dar respuesta, de algún modo, a las exigencias de una situación que puede incluir parte de un gasto económico con motivo de una enfermedad o un tratamiento. Es decir, que sin destinar ayudas concretas a un colectivo determinado individualmente, por su situación económica, puedan acceder a algún tipo de ayudas. Y si es así, rechazar la moción al menos no deja a los más desfavorecidos, con celiaquía, tirados.

Tengo y he tenido amigos, conocidos, alumnos, celiacos y conozco aceptablemente la situación que se les plantea, el abandono administrativo, la injusticia que supone no verse apoyados. Seguramente el ayuntamiento podría hacer más pero es segurísimo que la administración regional y el Estado podrían hacer mucho, mucho más, en el fondo hacer lo que deberían hacer, ayudar a todas estas familias y a los de otros colectivos cuyas patologías requieren un importante gasto económico, y que en muchos casos no hace.

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