A pesar de que ya van cuatro ediciones y he participado activamente en algunas de las propuestas programadas en estos cuatro años, ya fueran ponencias, cenas tematizadas o tapeo brujeril, este año era el primero en el que iba a poder disfrutar de la visita teatralizada al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y por tanto llegaba al pasado viernes con enorme expectación.
El mío era el segundo de los turnos, el de las ocho y media de la noche, y por eso allí estaba casi una media hora antes, bien pertrechado contra el frío húmedo con el que nos recibía el humedal, aunque sin viento.
Ninguna de las personas de mi grupo habían asistido antes, por lo que pude entender en el tiempo previo de conversación ni teníamos información previa del contenido de esa visita teatralizada, lo cual evitaba,de paso, que ninguna garganta profunda nos fuera arruinando la sorpresa.
Después, guiados por Carmen, iniciamos el camino por las pasarelas, atravesando las islas, bajo las escasas luces de pequeñas linternas. Yo, que caminada al principio del primero de los grupos, miré hacia atrás y aquella hilera murmuradora marcada por los haces de luz me recordó, vagamente, una "santa compaña" adentrada entre el carrizal. Pero lo verdaderamente maravilloso, lo que ya había hecho merecer de sobra la visita, aún antes de que los distintos personajes aparecieran entre las sombras, fue ese cielo despejado e inmenso con un espectáculo de estrellas que la noche dejaba ver en todo su esplendor.
Ya metidos en el bosque de tarayes, con los sonidos de la noche exacerbando los oídos, asistimos a los diferentes episodios teatralizados que no desvelaré. A mí particularmente me gustaron, aunque pensé que habría una cierta unidad de conjunto. Algunas de las personas allí presentes, al terminar, no se mostraron tan satisfechos, echaron en falta no solo esa cierta unidad de conjunto sino que no fueran precisamente las brujas, dado el evento general protagonista del fin de semana, quienes tomaran el peso de la teatralización. Hoy, incluso, escuchaba en Radio Daimiel que se aludía al comentario de algún participante que había visto insuficiente o poco conseguido ese espectáculo para sacar partido de un espacio como Las Tablas.
Lo que sí digo es que, lo comparto en algo, quizá habría que trabajar un poco más esa teatralización, sacarle un poco más de partido, atendiendo a los comentarios del grupo en el que estuve presente y que si sirve de termómetro de satisfacción quedó algo decepcionado. O acaso fue casual, no lo sé, que allí estuvieran parte de los insatisfechos, siendo yo de los menos críticos.
Desde luego, al terminar, tuve claro que volvería el año próximo, que ese cielo despejado, esa estrella fugaz impresionante que pude ver desde el observatorio, que ese silencio perturbado por los sonidos de la naturaleza y el trabajo de los guías y actores merecían volver, y que siendo esa visita uno de los grandes atractivos de Daimiel, Pueblo de Brujas, para muchos participantes, sobre todos los novatos, sería bueno trabajar la forma de redondear la actividad, introducir variaciones en los temas y conseguir que la satisfacción general sea aún mejor.
***
¡Me habria gustado mucho acompañaros! ¡Que bonito!
ResponderEliminarLa verdad que es preciosa la noche en el parque por la propia naturaleza, pero la verdad que yo he estado ya varios años en esa obra y la verdad que tienen que innovar algo nuevo ya que los tres años que llevo asistiendo es siempre lo mismo y por lo que veo es una empresa que se dedica al teatro y no se ha esmerado en hacer ninguna obra nueva. Creo que tiene que cambiar si no al final esto tiene fecha de caducidad
ResponderEliminarTodo lo que rodea a este evento que no sean las tapas (y no todas) deberían revisarlo y ponerle más mimo, más cuando cosas como la cena están tan bien cobradas.
ResponderEliminarEste año la cena muy flojita, escasa, y el bacalao no había quien se lo comiera. El año pasado estuvo mejor y el anterior excelente, pero este año rácano y mediocre por ¡37 euracos!
EliminarLa cena mal, pero había fogatas manchando el entorno de la plaza e incordiando a vecinos y paseantes. Vamos una vez más la " mediocridad" elevada a su máxima potencia.
ResponderEliminaryo nunca había estado y fui con unos amigos de fuera. La visita teatralizada no nos gusto nada (Las Tablas de noche toda una maravilla). La cena normal pero la teatralizacion de la centa tampoco me gusto. No repetire. Una lastima
ResponderEliminarEl cochinillo también regular, aunque por lo que pagué que financia todos los eventos no le puedo exigir mucho, eso sí en la cena estuve a punto de que me chuparan la cabeza, creo que no lo hizo porque no soy calvo. Venga dejémonos de evaluaciones, el año que viene nos vemos todos. P.R.H.I.
ResponderEliminarYo estuve allí, y la verdad, al leer esto tengo la sensación de haber acudido a eventos diferentes. Coincido en la espectacularidad del entorno y más el privilegio de gozarlo de noche. La visita teatralizada me pareció fascinante, conocer a diferentes seres que habitan allí, que cada uno contara sus historias o nos dejara observar cómo viven allí. Me gusto bastante y los comentarios que pude escuchar a mis compañeros de grupo, fueron también buenos, a todos nos sorprendió gratamente.
ResponderEliminarDe hecho, yo repito el año que viene y ya tengo más compañeros de excursión apuntados a un año vista!!
Respecto a la visita nocturna e intervenciones teatrales en cena:
ResponderEliminarEn primer lugar dar las gracias a todos las personas que habéis realizado comentarios porque no hay nada peor que pasar desapercibido. Considero que todas leváis razón pues.... "sobre gustos colores".
Ahora puntualicemos:
- La visita nocturna es siempre la misma al igual que cuando vamos a ver el Tenorio al final siempre muere. Así se estableció el primer año cuando se pensó en el proyecto y cuando nadie propuso ninguna idea sugerente salvo la Asociación Turística de Daimiel. En esta España de pandereta nos gusta mucho hablar después de que la cosa está hecha. En fin... Habría que estar informado de que no se pretende que sea una novedad anual y sí un imán para el turismo externo. Premisa clara a no ser que no se quiera entender tras decirlo de forma repetida en ruedas de prensa.
Cuando la asociación me solicita un trabajo escénico profesional donde la libertad creativa es la primera condición que pongo, mi propuesta no va hacia los tópicos de las brujas, aún así y si alguien desea documentarse, la realidad es que en Daimiel la existencia es de curanderas.... uno de los orígenes de estas supuestas brujas eran mujeres preñadas y abandonadas en el altar... la presencia de personajes extraños (podríamos hablar de seres quiméricos)... Pues eso, aportar algo diferente y no realizar un pasaje del terror como sigo escuchando con frecuencia; ese día me retiraré a mis cuarteles de minorías.
En cuanto a la unidad (y con todo el respeto) creo en el el siglo XXI debemos dejar para el Festival de Almagro lo de "la presentación, nudo y desenlace" Aunque... ya saben... "sobre gustos...."
Para cerrar la cuestión de vista he de decir que considero desde la óptica profesional un gran acierto el hacer una visita estructurada en grupos reducidos, mostrar diversidad de tonos en personajes curiosos y no hacer un encuentro de brujas donde a falta de comerse a niños se repartan chorizos. Esta fue una opción que barajé pero ya sabía que la OMS diría algo negativo al respecto.
En cuanto a la cena, un tanto de lo mismo. Plantear un demonio con cuernos y tridente o una bruja con verrugas adheridas y ropa andrajosa me resulta poco atractivo; sin embargo un personaje que podemos encontrar en un despacho de entidad bancaria o empresa vampírica va más con lo que me gustaría que avanzara esta sociedad apoltronada y sólo reaccionaria cuando pierde mi equipo deportivo. De todas formas... Es mi opinión, trabajo y propuesta. Sobre gustos....
Y para finalizar una opinión personal y con un conocimiento relativo pues la cocina no es mi sector. Pagar 29 euros (8 euros pertenece a la visita) por un menú de cena con gran variedad de platos.... calidad de productos...música en directo.... teatralización.... acto social..... Pues.... Me parece bastante barato. Ayer estuve en el Foster Hollywood de Ciudad Real y por cuatro cervezas, dos hamburguesas y una quesadillas nos cobraron 54 euros.
Gracias por la atención prestada a las personas que hayan leído mi largo comentario.
Y gracias también a toda la Asociación Turística, Ayuntamiento de Daimiel, Parque Nacional y al gran número de personas que de forma personal y con nombre han manifestado su parecer.
Aníbal Fernández Laespada
info@producciones099.net