Es recurrente esto de la pertenencia. Se la negamos a quienes después de tanto tiempo se sienten de aquí y sin embargo perseveramos en su exclusión, en recordarles su "forasteridad", "palabro" que ya usara Quevedo aunque lo entrecomille porque me suena extraño, en enajenarlos del daimieleñismo aunque muchos de ellos aporten más a nuestra convivencia que los que asumen cierto pedigrí cosmético. Y ahora vapuleamos a quien no hace demostración de serlo, esconde u olvida mencionar su cuna, porque lo tomamos como una ofensa intolerable, amén de las causas pendientes que parecen escapar entre los pespuntes de algunos comentarios. Nos empeñamos en dar y quitar carnets de daimieleñismo, de arrogarnos esa legitimidad para hacerlo, obcecados con el principio de ser o no ser, que creo que no es la cuestión, en vez de acercarnos a esa idea mejor de sentirse o no sentirse como integrantes de lo que quiera que sea ser de Daimiel, y lo digo yo, nacido aquí, feliz de serlo, apegado a una localidad donde están gran parte de mis recuerdos, de mis amigos y familiares y de las cosas que más me importan, pero que no me siento autorizado para despachar a nadie en función de que tenga ocho apellidos locales o aparezca en su partida de nacimiento el nombre de Daimiel.
En general, y a pesar de que es tontería reanudar el debate que nunca lleva a nada, me asquea lo excluyente, la tendencia segregadora que rebusca en orígenes y marca distancias.
Por cierto, y como curiosidad, ya saben que desde los años sesenta, a quienes nacían en Madrid o Ciudad Real, se les consignaba dicho lugar como sitio de nacimiento, a pesar de que toda su vida transcurriese aquí y solo la asistencia hospitalaria, más segura, justificara el desplazamiento, con lo cual los nacidos en aquellas décadas, hasta casi la mitad de los noventa, acompañan a sus datos esas localidades con las que raramente sienten pertenencia y dejaban a muchos daimieleños sin el dato de serlo. Hasta tal punto marcó esto que en los últimos años, muchos de estos "culipardos de parto", cuando van a matricular a sus hijos dan el mismo dato para su prole hasta que les hago ver que, tal como dice su libro de familia, es Daimiel y no Ciudad Real su lugar de nacimiento aunque el hecho físico fuera en la capital. No crean que son dos o tres, casos aislados insignificantes, sino bastantes más de los que cabría pensar después de más de 20 años en los que administrativamente se recuperó ese derecho a ser inscritos con la localidad de pertenencia, y a pesar de algunos me insisten que nacer, nacer, lo hicieron en el hospital capitalino.
Ya ven, algunos lo son sin saberlo, otros no quieren serlo y a algunos más les negamos sentirse de aquí. Y todo porque estamos en el ser o no ser en vez de en el sentirse o no sentirse uno más de aquí. ¡Qué manera de complicar las relaciones!,¡qué afán de sublimar la casualidad!
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Lo de " no ser del pueblo" solo lo podemos sentir, que no expresar ,aquellos que después de décadas, toda una vida en Daimiel, no podemos alegar el ser nacidos aquí y nos siguen menospreciando por intrusos.
ResponderEliminarDespués de toda una vida dedicada en cuerpo y alma a esta " ciudad " nos sentimos tan extraños como el primer día.
Felizmente escribo esto a cientos de kilómetros de ahí donde nadie me señala o me restriega mi " extranjería".
Eso se llama educación, cultura y tolerancia.
A mi me parece alucinante esta forma de excluir, de no aceptar, vamos que me parece casi una paletada. Soy de aquí de siempre desde que nací en C. Real y mis padres me trajeron a Daimiel, mis padres también lo son y mis 4 abuelos, vamos que "semos de Daimiel" y resulta que no tengo ni nombre ni apellidos completos, que soy un pepito perez lopez, pues cuando digo mi nombre a un desconocido autóctono Daimieleño no se lo creen y me lo dicen como desconfiando como diciéndome "tú di lo que quieras pero de aquí no eres" y para colmo mi mujer es forastera, porque aunque lleve viviendo aquí 25 años (bastantes más que en su localidad natal) no tiene importancia, simplemente es forastera. A mi me parece de paletos sin sentido, pero bueno... será así....
ResponderEliminarPor cierto, soy de los moraos y todo eso jajajajaj
Uno no es de donde nace, si no de aquel lugar en que construye su hogar. Y más aun hoy, en este planeta globalizado.
ResponderEliminarEl resto de posturas a cerca de este tema son catetadas que vamos superando poco a poco y que desaparecerán, sin remedio, más pronto que tarde.
La persona que se dice que es el director de la banda de Puertollano, es funcionario o está ocupando esta plaza sin ninguna renumeración sin cobrar por ello, ya que esta plaza está libre, pero de cobrar nada de nada, lo hace por afición al arte musical
ResponderEliminarCómo?
EliminarEsta información aquí puesta y así no dice nada.
O lo dices todo o mejor no digas nada.
Pues a mi me jode que ponga en mi DNI que nací en CR.
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