Creo que es la primera vez desde enero de 2007, cuando comencé a escribir el Diario Improbable, que tomo la decisión de darme unas vacaciones de varias semanas en la escritura de este blog personal. Todo lo más habían sido ocho o diez días, cuando al marcharme de viaje, no tenía ni conexión ni portátil para seguir colgando entradas allá donde fuera y eso solo ocurrió en los primeros años de aquel blog ciudadano.
Esta vez no es que me vaya a ningún sitio, es que busco desconectar, romper esta rutina diaria de escritura como forma de distanciarme y descansar, y ni siquiera sé si seré capaz de abstraerme y no volver al teclado de inmediato, pues esta tarea tiene lo suyo de adictiva y una cosa es la voluntad y otra la realidad que te involucra.
Son, han sido, ocho años y medio, escribiendo cada día sobre decenas de temas. Lo que nació como un ejercicio de escritura por el que no daba dos duros se ha ido prolongando en el tiempo hasta alcanzar esta longevidad casi sin ninguna pausa y, por eso, ahora necesito esta parada, acomodarme en el silencio y dejarme llevar.
La idea es volver tras la feria. Recobrar las rutinas, afrontar el teclado y volver a escribir sobre todo aquello que me interese en cada momento. Puede que me distancia tanto, existe la posibilidad, que ya ni tan siquiera sienta la necesidad de escribir nada, como durante los muchos años que pasaron entre mi febril labor literaria veinteañera hasta esa mitad de la cuarentena en la que quise aprovechar la oportunidad de aquellos Cuadernos Ciudadanos que ofrecían la oportunidad de un blog a cualquier daimieleño. Si sucediera así ya pasaría a despedirme definitivamente.
Ahora llega agosto, mes en el que colgar todos los carteles por vacaciones y dejar que el tiempo transcurra para uno mismo. Así, mansamente, sin prisa, sin obligaciones, esperemos que sin contratiempos, deseando para todos vosotros, también, un mes inolvidable y generoso en todo lo que deseéis.
Buscando una imagen para esas vacaciones encontré ésta que me llamó la atención, pero yo ya soy muy feliz, y quizá lo mas adecuado hubiera sido adaptarla por otra parecida: "Me fui a ser anónimo, no sé cuando vuelvo..." Pero eso ya creo que tras ocho años y medio será casi imposible.
¡Hasta pronto!
Descansa, desconecta pero vuelve... Sera raro no meterme a diario a leer tus entradas. Sin querer te has metido en la rutina de muchos daimieleños, por eso te repito que disfrutes y desconectes pero que regreses porque te esperamos... Hasta pronto
ResponderEliminarA todos nos viene bien desconectar de vez en cuando, descansa y vuelve con las pilas cargadas.
ResponderEliminarDarte las gracias por tu trabajo y por lo que nos ha enriquecido conocer tu opinión, incluso aunque no estuviéramos siempre de acuerdo.
ResponderEliminarHablo por los que aún no se han registrado en Google pero que lo harán cuando comprueben que es posible conservar el anonimato.
Efectivamente es muy bueno desconectar de vez en cuando, incluso de las cosas que nos gustan. Y el tiempo mandará, si decides volver perfecto y sino también. No olvidando que la mejor decisión es la que sale del corazón, que la cabeza juega muy malas pasadas.
ResponderEliminarEn cualquier caso hay queda la labor de ocho años dándonos tu perspectiva de las cosas, y contándolas de una forma magistral. Comentarios con fondo y forma, con los que evidentemente puedes estar de acuerdo o con los que puedes estar en las antípodas ideológicamente hablando, pero manteniendo el respeto e intentado dar una justificación razonada a lo que se dice. Y yo diría que incluso has conseguido crear opinión entre un gran número de gente, lo cual no es fácil.
Lo cierto es que es una pena que no haya un foro abierto, como lo que pretendían ser los cuadernos ciudadanos, para que cada persona y siempre desde las mínimas normas de respeto pudiera expresar sus reflexiones, inquietudes y aspiraciones de lo que le gusta o no de su pueblo y de como se hacen las cosas.
También es cierto que ahora existen otras herramientas como Facebook o este tipo de redes sociales, pero para mí que debido a la filosofía que hay bajo estos sistemas y que van embebidos en su propia idiosincrasia, en la forma en que han sido concebidos, pocas veces se consigue que sean sitios de reflexión y en los que se expresen pensamientos con relativa profundidad, y en la mayoría de los casos deviene en dimes y diretes de escasa trascendencia y muy poco contenido.
Bueno, que a lo dicho,te esperamos hasta la vuelta. Si es que la hay, que esperemos que sí.
¡FELIZ Agosto! Pero volveras, no puedes dejarlo, y dejarnos, a los
ResponderEliminarque te seguimos. Espero tu vuelta,
Yo tambien espero tu vuelta. Descansa
ResponderEliminar¡Ya te echo de menos!
ResponderEliminarSe te acaban las vacaciones
ResponderEliminar¡Vamos Niño que es uno de septiembre! Estarás descansaíco. ¡Amos venga!
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