ESTRATEGIA VERSUS POSTUREO (Página nº 3045)

Desde mucho antes de que se pusiese de moda el término "postureo" la política ha sido eso, entre otras cosas, puro postureo, imagen, apariencia, fachada. Muchas de las acciones políticas se hacen de cara a la galería y la prueba es que muchos políticos, también los locales, van, participan y asoman donde antes nunca lo hicieron y donde, seguramente, tampoco aparecerán cuando ya no estén.

Quizá por eso me llama la atención el hecho de que varios de los últimos comentarios pretendan atacar a la candidatura del PSOE de postureo, como si fuera una cosa nueva, inédita, sorprendente, cuando están en pre-campaña y eso ya supone un momento álgido para que todos los políticos se lancen a dar imagen, a aparentar, a venderse, que conviene que dejemos la inocencia para otras cuestiones.

Es cierto que todo forma parte de una estrategia que se ha decidido así y el PSOE daimieleño ha decidido que se visualice cuanto hacen con notas de prensa, fotos, cartelería, dípticos, declaraciones y cuantos medios tiene a su alcance. Otros se están reuniendo con asociaciones, a veces las mismas, y han elegido una estrategia más discreta, como IU, pero está por ver cuál de ambas resulta más efectiva y acertada.

Pero no nos engañemos, en política vemos de todo y el postureo ha sido enseña de los partidos siempre. Cuando PP trae a Alicia Sánchez-Camacho, entre otros, a la presentación de la candidatura pues hay postureo. Cuando IU lleva a sus candidatos a la Plaza, tras su presentación, para hacerse la foto que colocarán en su facebook hay postureo. Cuando el PSOE elige la Motilla para su foto es una elección para el postureo. Cuando se acercan estas fechas y se multiplican las sonrisas, la presencia en actos, es un festival de postureo llevado por una estrategia que, como todas las estrategias, es premeditada.

Habrá visita al mercadillo, besaniños y todas esas tonterías habituales porque todo el mundo sabe que son pocos los votos que se obtendrán por ese gesto. Los políticos se vuelven los más cercanos y simpáticos del mundo a vista de urnas y luego todo volverá a su natural ser, el simpático seguirá siéndolo y el estúpido ya no tendrá que disimular.

Cuando leo que Cifuentes regalará coleteros del PP ¿no es postureo? Cuando veo a Rosa Diez con una gamuza fucsia simulando limpiar el parlamento andaluz ¿no es postureo? Cuando Rajoy acepta una entrevista amable previo a elecciones o incluso consiente en un debate, a su pesar, ¿no es fruto del postureo? En cada acto y declaración de Pedro Sánchez ¿no hay un claro trasfondo de postureo? ¿Acaso esos numeritos de bocas tapadas con cinta americana en el Congreso por los diputados de IU no son postureo? ¿Alguien cree que en las declaraciones de Rivera, Iglesias no subyace dar una imagen concreta y unos mensajes concretos que no son otra cosa que postureo? 

El postureo, por tanto, no es una anti-estrategia sino una forma estratégica de actuar buscando réditos electorales y es tan legítima como cualquier otra. Será la gente la que dictamine si todo eso se traduce en más votos o menos pero desacreditar, al menos intentarlo, con semejante argumento, me parece poco inteligente.

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