miércoles, 12 de febrero de 2014

VOTAR EN CONCIENCIA...¿PERO QUÉ CONCIENCIA? (Página nº 2371)



No hubo sorpresas, como en las ocasiones previas en las que se votó mediante papeleta secreta. Y es que aunque se apelaba a votar en conciencia la casta política tiene muy claro en qué consiste tal cosa: votar en conciencia es votar de manera que no te desvíes de lo que te marca el partido ni un milímetro si quieres seguir mamando de la teta pública y para ello no conviene, por secreto que quiera ser el voto, introducir ningún elemento de duda, quebrar la confianza y provocar la sospecha de que puedas ser tú el que haya votado contra lo impuesto por la formación política, no vaya a ser que se desencadene la caza de brujas y pierda tu culo el preciado escaño.

Es bien sabido que da igual la formación política que sea, la conciencia obra igual, obediente, pastueña, gregaria, pusilánime, y aunque supuestamente los diputados y senadores deben sus actas (que son personales y no del partido) a sus votantes lo cierto es que terminan siendo sometidos a la voluntad de dichos partidos y la consecuencia, de facto, es que importa una mierda lo que los ciudadanos de una circunscripción electoral puedan querer o pensar porque solo se someterán a lo que imponga la dirección de la formación política.

Y es que el sistema democrático español, entre sus muchos fallos, contiene esa aberración de la disciplina de voto que no solo anula la vinculación práctica del diputado o senador con su provincia y electorado para que sea transmisor de los intereses reales de quienes le hicieron obtener el cargo sino que se ha vuelto excluyente, sino que expulsa de ese sistema a gente competente con capacidad crítica, autonomía y personalidad y llena las cámaras parlamentarias reclutando borregos obedientes, bocas agradecidas, gente acrítica y entregada a la causa a la que lo mismo le da que lo coloquen de senador por Lugo que de diputado por Almería porque le importará tres cojones la ubicación y las gentes de ese lugar mientras lo ceben de puesto público y como tiene claro a quién se debe, esas siglas confortables, no votará nada que pueda hacer peligrar su posición.

En la corrupción política española, mucho más extensa de lo que se quiere admitir, esto de la disciplina de partido es un elemento muy a tener en cuenta porque en sí mismo es una corrupción moral que trasvasa la representatividad formal de los ciudadanos por un diputado o senador elegido mediante elección democrática a la representatividad real de los intereses del partido por encima de lo normal. Acaso, ¿no hay mayor corrupción que convertir una democracia en esta partitocracia que tenemos?, ¿hay algo más despreciable que haber corrompido la base misma de un sistema donde los ciudadanos solo cuentan un día al año al depositar el voto porque el resto de los cuatro años ya solo importará lo que les imponga la dirección del partido ya sea en base al programa electoral o a otra cosa bien distinta?

Votar en conciencia, como se pedía ayer o en las ocasiones anteriores en las que se votó en secreto, implicaría tener conciencia personal, integridad, rectitud moral, y eso, a estas alturas, ya no existe porque prevalece la lealtad al partido antes que la lealtad a los ciudadanos.

*

12 comentarios:

  1. Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.
    Quiero decir abortare o abortaran mis seres queridos ya que nosotros podemos pero el resto de las mujeres sino se lo pueden permitir que se fastidien y lo mas duro que las juzguen.
    Quien manda es la disciplina de partido pero no las personas a las cuales votamos... PATETICO.
    Tendre que votar lo que me digan que son los que me pagan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una clara representación de España: la gente no quiere algo pero vota lo contrario.

      Eliminar
    2. O sea, quieres sanidad y educación pública de calidad y votas al PP, cuando antes de las elecciones ya habia indicios de lo que iban a hacer. Ahora un 75% o más de la población está en contra de la ley del aborto, pero era lo que llevaba el gobierno en su programa. ¿Tanto se creyó la gente lo de que iban a dar trabajo al día siguiente como si fueran los reyes magos? Una cosa es que el PSOE lo hiciera mal pero la solución de votar al PP fue de descerebrados.

      Eliminar
  2. Los psicólogos lo clasifican como Trastorno Psicopático Agudo de la personalidad. Los de rancio abolengo y abultadas cuentas bancarias prefieren llamarlo "orgullosos de ser de derechas"

    ResponderEliminar
  3. Yo recuerdo que en mi adolescencia circulaba un chiste sobre "la conciencia" y cómo se curaban sus males. Pero como el chiste en cuestión era un poco subido de tono, no lo puedo contar aquí.

    ResponderEliminar
  4. Lo malo son los que sienten orgullosos de ser de derechas sin tener la cartera llena creyendo que si y que nunca llegarán a ser como los que le gobiernan. Sólo comerán mierda como el resto pero orgullosos.

    ResponderEliminar
  5. Y como estariamos si el señor rubalcaba fuera el presidente del gobierno de España, el
    Mismo rubalcaba que estuvo Al lado de. Zapatero en su epoca dorada. Como estariamos?? Yo prefiero no pensarlo dejo que vosotros deis vuestra opinion. Que seguro que hay algun osado que dira mejor que ahora y el problema no es que lo diga. Es que lo piense

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si todavía pensáis en PPSOE estamos perdidos. No hemos aprendido nada en 8 años.

      Eliminar
  6. Con Rubalcaba estaríamos mejor en derechos sociales, seguro, estos derechos que nos han quitado los impresentables del PP.

    ResponderEliminar
  7. Vamos a ver ... que el tema no es Zapatero, ni Rubalcaba.
    Si quieres podemos hablar de todo eso pero esta entrada habla de este tema.
    VOTAR EN CONCIENCIA...¿PERO QUÉ CONCIENCIA?

    ResponderEliminar
  8. Joder. El de los servicios sociales. No ve mas alla. Que tristes son los socialistos

    ResponderEliminar
  9. Pero que derechos ye han quitado? Por favor, razonalo.

    ResponderEliminar