EL CANON AEDA EXPLICADO EN COMIC (Página nº 2834)

El canon AEDA es uno de esos regalos que la prensa exigía al Gobierno a cambio de transmutar objetividad y fiscalización en lameculismo agradecido. Desde que la prensa pasó de ser una empresa propia, independiente y exclusivamente creada para la edición del periódico en cuestión a formar parte de grupos de comunicación o de otra índole cuyos intereses iban mucho más allá de lo que pudiera aportar ese medio, el llamado cuarto poder se fue convirtiendo en una caricatura que pelea por favores políticos, publicidad institucional y no duda en bajarse los pantalones y mirar para Cuenca. Eso sí, van dejando perlitas de crítica para aparentar que la sumisión no existe. Y como al Gobierno, como a anteriores, le va este jueguecito, pues administra sus concesiones de canales, sus subvenciones, sus publicidades institucionales y sus demás favores políticos para que el ejército de plumillas, siguiendo las directrices empresariales, sea desactivado y hasta desmochen directores de periódicos cuando traspasan la línea que se les marca.

En este ámbito hay que entender el canon AEDA, uno de esos ridículos internacionales parido a pachas entre este Gobierno torpe y esta asociación de editores tragaldabas pero cortitos de visión. Ambas partes urdieron este canon que no pretendía otra cosa que hacer pagar a quienes enlazaran o reprodujeran sus informaciones, siempre pensando que las plataformas y medios que lo hicieran estarían contentísimos de pagar tan gruesa factura.

Pero la realidad no era así, los agregadores de noticias no piensan pagar. Google News ha cerrado hoy en España, Yahoo informa que reduce su actividad a mínimos en nuestro país y deja en el aire la mayoría de sus 106 empleos, y otros como Meneame, a parte de excluir a los medios de AEDA de sus agregaciones amenaza con trasladarse a otro país. Los blogueros, cuya gran mayoría no genera ni un céntimo de euro cuando no insertamos publicidad, tampoco vamos a pagar un carajo.

Ante esto los editores de AEDA se asustan. Saben que los agregadores y blog les generan muchas más visitas y que esa huída les perjudica a corto, medio y largo plazo. Pero para no renunciar al canon, que a este paso generará poco o nada, exigen al Gobierno que obligue a dichos medios a quedarse, a agregar sus noticias, a multiplicar sus visitas que ya rentabilizan con la publicidad que insertan y que se vende en función de esos visitantes, y cogen una pataleta horrible porque al desaparecer Google News y los que les sigan verán sus cuentas caer hasta meterles en el pánico, sumada la caída en la venta de periódicos.

"Un tiro en el pie" se lee en internet, "una torpeza delirante de los editores", "un ridículo internacional del Gobierno" dicen otros. Todo a la vez, por ese empeño en domesticar medios de los gobernantes, de domeñarlos para obstruir la crítica y la investigación de escándalos, y por la tragonería inconsciente de los editores dispuestos a venderse por un plato de lentejas.

Pero nada mejor que una explicación gráfica, la de Monos Fadri. Org, para dejar claro lo absurdo de esta historia:

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