jueves, 20 de noviembre de 2014

CADA VEZ MENOS COMPETENCIAS (Página nº 2796)

Los padres vienen dando la espalda a las elecciones realizadas para componer el Consejo Escolar de cada centro educativo. Ha pasado casi siempre, moverse más allá del 10 o 12 por ciento ya es en sí mismo un rotundo éxito y sin embargo, fríamente, es un porcentaje del todo rácano.

Sin embargo es fácil entender la razón que no es tanto de falta de compromiso, que también hay que tenerlo en cuenta, sino porque las expectativa que puedan tener de la utilidad de este órgano colegiado es muy reducida, y cada vez más si atendemos a que la nueva ley, la L.O.M.C.E., aún mengua más la capacidad decisoria en favor de la dirección del centro y coloca ese Consejo Escolar en una situación de indefinición decepcionante, mucho más cerca de una posición cosmética, ornamental, que de una operatividad necesaria. Y esto, además de incomodar a las familias y distanciarlas, tampoco es del agrado de los docentes, que también entienden que se va vaciando de funciones a este Consejo.

El problema, creo, es que jamás se ha desarrollado una verdadera autonomía de los centros educativos, esa capacidad de, ajustados a toda la normativa legal, les permita una posibilidad real de dar cuerpo a una serie de inquietudes y proyectos que, en la actualidad, no caben porque la propia legislación acota ese margen discrecional que haría posible abordarlos con la participación de toda la comunidad escolar.

Y es que estamos en una estructura excesivamente intervencionista que iguala, estandariza a los centros educativos y les arrebata la verdadera capacidad de gestión en la que Claustro y Consejo Escolar sí pudieran tener un papel relevante, activo y decisivo.

La administración no suele concebir que los centros puedan tener ese margen de autonomía como si eso escapara a su férreo control y no entienden que eso tiende a costreñir y limitar ideas y proyectos y que, al paso, funcionariza la educación como si un trabajo de oficina se tratara. Y esto no es consecuencia de una última ley sino de todas las precedentes que han abogado por tener de su mano, sin espacio, el funcionamiento de los centros y con ello disuadiendo de aventura alguna. Lo dicho, movidos por una obsesiva tutorización igualatoria que tumba cualquier modo de introducir ideas y proyectos.

Sí, los padres vienen dando la espalda a estas elecciones, cada vez más, y tienen sobrados motivos para hacerlo, aunque al final perdamos todos.

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3 comentarios:

  1. Tu lo has dicho ¿para que sirve el Consejo Escolar? y los padres dentro de el?

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  2. Que porcentajes participaban antes del cambio de la LOMCE, en que quedamos privado o intervencionismo público, ..

    Tótem no te hayas pajas mentales, si quieres saber la solución te remito a tus artículos sobre la manifestación del Centro Cívico o la del Padre Toño, ya te lo comenté anteriormente, Que casi nadie tiene la inquetud que tu tienes y sino hay dinero por medio nadie se mueve de su casa.Ahora pon paella o migas gratis en la Plaza y se llena, y veo que eso no lo asimilas

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    1. Antes votaban más del doble que en esta convocatoria y no daban paellas.

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