viernes, 15 de agosto de 2014

LOS HOTELITOS, ¡QUÉ FOTO! (Página nº 2652)

David Cejudo ha colgado esta captura de foto aérea de Daimiel tomada en la década de los sesenta y que refleja el crecimiento de nuestra localidad en la zona de El Carmen (parque y paseo) en la que fue la primera promoción urbanística con concepto de residencial que se produjo en nuestra ciudad. Y ahí, justo en una de las casas, la que se utilizó como casa-piloto al inició de la promoción y venta, nací yo un 26 de abril de 1962. Mis padres apenas llevaban unos meses residiendo allí y como todavía era costumbre los partos se producían en las viviendas a cargo de alguna de las comadronas de la localidad.

Aquel nuevo barrio, toda una novedad constructiva en ese momento, recibió el nombre de Los Hotelitos porque distribuían, a modo de viviendas unifamiliares, aunque muchos les denominaron chalets, 44 edificaciones distribuidas en cuatro calles, tres paralelas y una perpendicular, de una sola planta y con jardines completando la parcela individual.

La foto debe ser más cercana a los setenta que a los sesenta, aunque poco, y en ella pueden apreciarse algunas de las construcciones que aún perduran, como el Instituto "Ojos del Guadiana", antes ITEM "José Ruiz de la Hermosa", la Plaza de Toros o la Ermita del Carmen, ahora Centro Cívico y que por entonces formaba parte de la bodega de los Galianas. También el campo de fútbol "Ntra. Señora del Carmen" y algunas de las primeras viviendas frente al parque, en el lado izquierdo del conocido Paseo del Carmen.

Sin embargo, para quienes conocimos aquello, lo que más nos llama la atención es la desaparición de ese cinturón de huertas que rodeaba Daimiel y que eras alimentadas por el agua de Los Pozos a través de un canal al aire que también bordeaba el casco urbano y que además de la gran cantidad de hortaliza y otros cultivos de buena calidad que se consumían localmente producían en las viviendas adyacentes un grato frescor durante los meses estivales producto de la humedad de unos cultivos siempre bien irrigados por aquel canal que, de paso, servía de juego y baño a la chavalería en su tramo en V, más amplio e ideal para estas actividades lúdicas, que en las de forma de U, ya estrechas, a espaldas de los mencionados Hotelitos.

Tampoco se habían empezado las obras del alcantarillado, que se comió buena parte del huerto que se ve abajo de la foto y que hoy ocupa la Avenida de los Deportistas, y que modificó el Paseo del Carmen bajo el que discurría la arteria principal.


Desde luego la foto, grandiosa, aún muestra parte de la Cooperativa del Campo "La Daimieleña", con la nave principal, y la entonces travesía de la carretera nacional que se abría paso dividiendo en dos Daimiel. Y he de reconocer, viendo los pequeños árboles del paseo, algunos de los que todavía resisten como el famoso Árbol Gordo junto a la casa todavía de mis padres, que me ha alegrado esta aportación de David al Foro de Historia de Daimiel en facebook hasta el punto de que posiblemente trate de adquirir la imagen que Paisajes Españoles ofrece en venta, porque ahí está el recuerdo de mi infancia y juventud, buena parte de la carga emotiva que tengo hacia las personas que allí vivimos y crecimos y que nos ofreció todo lo que en aquellos momentos uno deseaba.

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3 comentarios:

  1. A la derecha de la foto, en la parte superior, parece adivinarse el convento que está sin terminar al final de la calle Dehesa. ¿Estoy en lo cierto? ¿Alguien sabe algo de la historia de este edificio, titularidad, por que no se terminó, etc?

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  2. Hace pocos días también se ha publicado una foto de época cerca del paraje de "La Máquina", donde se ve un río ancho y somero (supongo que el caudal estaba más bajo en verano) y un frondoso dosel de sauces cubriendo por completo la ribera.

    https://www.facebook.com/photo.php?fbid=168558649979743&set=gm.500758536725582&type=1&theater

    Hemos perdido lo mucho o poco bueno que había e institucionalizado lo peor. Desapareció un sistema mancomunado de riego (aún quedan vestigios de los canales de irrigación de las huertas junto al Azuer) que permitía un uso posiblemente más racional que el actual, donde cada explotación pincha su pozo a su arbitrio y poco se controla el uso del agua de todos. Se canalizó y profundizó el lecho del río para aumentar unos pocos metros las tierras de labor; se eliminó toda la vegetación de ribera aguas arriba y abajo...En fin, se convirtió un vergel y un oasis en el secarral inmundo que hoy disfrutamos estas agradables tardes de calor (que ni chicharras se oyen ya). Lo escribe alguien a quien le gusta el verano, pero desea que acabe ya sólo por ver alguna nube y lluvia en el horizonte.

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