Soria, el ministro de Turismo entre otros temas, veranea por tercer año consecutivo como ministro del ramo en el hotel Volcán Lanzarote, junto al puerto deportivo de Marina Rubicón, y sobre el que pesa una sentencia de ilegalidad por haberse construido con una licencia irregular, una más de los cientos de licencias irregulares que dan cuerpo a Playa Blanca y que hace que el número de imputados por corrupción en Lanzarote suba de doscientos.
Mira que hay hoteles en España, incluso de cinco estrellas y zona vip como éste, pero que además tiene todas las licencias en regla y ninguna sentencia judicial que cuestiones su legalidad, y el ministro Soria incurre en la provocación reiterada de elegirlo para sus vacaciones, no ignorando la propia situación del hotel en cuestión.
Yo no sé si es torpeza, provocación o desprecio. El hotel ilegal, eso sí, no ha visto retirados sus permisos de explotación porque vivimos en un país donde los tribunales dictan sentencias y los políticos se las pasan por donde les viene en gana, pero no quita el mal efecto ético, el pésimo ejemplo de un ministro que se empeña en veranear en un hotel I-LE-GAL, y con su actuación respalda que no se solucionen los problemas.
Eso sí, como me decía una camarera de un restaurante de El Golfo, allí llevan intentando hundir casas de más de cien años con la excusa de la Ley de Costas pero en sitios como Playa Blanca, dentro de un parque natural, han construido viviendas y hoteles como éste pegados por completo a la orilla, en una curiosa interpretación de la ley que castiga a particulares y salvaguarda a emporios turísticos y fortunas.
Posiblemente terminen legalizando todo, con esa política de hechos consumados que valoren que es más fácil y menos costoso saltarse la ley que cumplirla y termine dándose el placet legal al hotel favorito de Soria y todo lo que no pueda parecer agravio. En virtud de esta forma de hacer política se han logrado completar las mayores barbaridades urbanísticas, y son muchas, de nuestro país, incluso en una isla como Lanzarote que parece mantener cierto equilibrio paisajístico y armonía, sí, pero con más de doscientos imputados por corrupción, algunos ya condenados en firme, numerosos procesos judiciales y un ministro abanderando que se puede pasar las vacaciones en hoteles ilegales y fruto de esa corrupción urbanística que ha enriquecido a muchos y masacrado el criterio ambiental y el sentido común.
En cualquier país serio este ministro ya hubiera dimitido por algo así, en España tendrá todo el tiempo del mundo para poner Lanzarote en riesgo con su autorización de las prospecciones petrolíferas, cargarse buena parte de las energías limpias y hasta aprender a interpretar el recibo de la luz que aún no comprende. ¡Ah, y a descubrir que el Meridiano de Greenwich no pasa por las Islas Canarias aunque se empeñe!
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, menudo geógrafo
ResponderEliminarPedirles coherencia a los del PARTIDO PUTREFACTO, es como intentar producir aguacates en el desierto de Gobi : IMPOSIBLE
ResponderEliminarYo invitaría al ministro a mi clase de Primaria para intentar explicarle-dudo que lo entendiera- el concepto de los husos horarios y el porqué en Canarias, le guste o no, no es la misma hora que en la Península. De paso, también intentaría mostrarle por donde pasa el Meridiano Cero o de Greenwich.
ResponderEliminarEs coherente algo de lo que hacen?
ResponderEliminar¿Es coherente que la ministra de sanidad esté de vacaciones en medio de una epidemia internacional de ébola, para colmo con españoles infectados, trasladados in extremis a hospitales cerrados por los recortes de esa misma ministra y su gobierno?
ResponderEliminarPedir coherencia al PPSOE es como esperar que un gorrino escriba poesía.