El otro día que hablaba con una persona, funcionaria del Ayuntamiento de Daimiel, me comentaba que era increíble la cantidad de actos vandálicos que se registraban en nuestra ciudad en sus espacios y equipamientos públicos. Basta darse una vuelta, desde luego, para hacerse una ligera idea de lo poco que quieren y respetan algunos daimieleños su localidad y el alto coste de lo que yo siempre llamé "hijoputismo local" y que seguramente constituye el peor cáncer social con el que cuentan no Daimiel sino la mayoría de lugares de nuestra geografía.
Hago esta introducción porque al ver el vídeo humorístico de los vascos de "Vaya semanita", en la que habla de otras variedades de hijoputismo, uno piensa que queda demasiado por hacer y en un campo personal y por ello dificultoso, y es que conseguir que se antepongan los intereses generales a los personales es muy complicado aunque se me antoja que condición necesaria para amortiguar tanto hijoputismo como prolifera en todos los ámbitos.
Pero bueno, quede el humor, una buena forma de poner en evidencia la esencia de esa manera de conducirse que tanto nos daña:
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ResponderEliminar¿Un nuevo partido político para las municipales?
EliminarSegún está entradas, son hijoputistas?
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