Hubo un tiempo en que el cooperativismo pareció convertirse en la gran oportunidad rural, una fórmula de éxito que bien aprovechada podía transformarse en el motor de muchos pueblos hasta entonces solo preocupados individualmente de producir y que, de esa manera, iban a tomar un peso en la comercialización de sus propios productos. Pese a la desconfianza inicial las gentes comenzaron a entender que el porvenir venía de la mano del movimiento cooperativista y en Daimiel surgió "la Daimieleña" pero también alguna cooperativa lechera, como señalaba en la última entrada de hemeroteca.
No fue algo puntual, el cooperativismo pronto se impuso en muchas localidades, y la incorporación de instalaciones creó un optimismo quizá desmesurado porque la gestión, amateur, conllevó, en algunos casos, errores importantes y dejó espacio a oportunistas que trataron de rentabilizar individualmente el trabajo de muchos, y así fueron desapareciendo, también, muchas de esas cooperativas constituidas y esfumándose no solo el dinero sino ese futuro que se aventuraba, al inicio, como esperanzador. Y en Daimiel también vivimos esa depresión social hasta el punto de que el concepto cooperativo se volvió maldito, sumido en la desconfianza y el dolor durante años hasta que otras iniciativas, nacidas en la desconfianza, parecieron ir cambiando la percepción.
Nadie ha querido meter mano a la verdadera historia del fracaso de "La Daimieleña" y la herida ha sobrevivido a la desolación de sus instalaciones y la desaparición final. Los que saben callan, otros han desaparecido, pero hay pocos acontecimientos que hayan marcado tanto en Daimiel, posiblemente como lo hiciera en otras muchas localidades que conocieron tragedias similares.
Veo esta foto que ha colgado Vicente García-Madrid, vecino de barrio en mi infancia, siempre frente a la Cooperativa. Aquella puerta que ya no franqueaba a las instalaciones por cerradas y que en la parte superior rezaba "Unos por otros y Dios por todos". ¡Qué ironía!, solo Dios no tuvo que ver con los que unos y otros malhicieron, por acción u omisión, para cargarse el símbolo del progreso daimieleño tras la postguerra y enterrar las esperanzas y el esfuerzo de quienes la pusieron en pie lanzándonos a una cierta depresión común. Todos pagaron pero nadie, realmente, pagó por lo hecho, y ya queda no más que unos bloques de viviendas y un solar que quizá nunca llegue a ser el teatro-auditorio pensado para construirse allí. Y esta foto quedará como documento para la historia de la infamia local, esa que tanto nos duele:
*****
¿Por qué todavía nadie ha explicado qué pasó con La Daimieleña?
ResponderEliminarQue yo sepa esta explicado y es vox populi. ¿A quién crees que habría que preguntarle para que diera explicaciones?
ResponderEliminarDe la cooperativa se ha hablado mucho y se ha explicado bien poco. Muchos de los responsables podrian contarlo pero el silencio es sepulcral.
EliminarLa Daimieleña necesita un estudio serio. El problema es que, desde una perspectiva histórica, ha pasado relativamente poco tiempo, y muchas de las personas implicadas en su gestión (digo gestión en general, buena y/o mala) siguen vivas y están muy bien relacionadas con lo que de sacar papeles al aire podrían quedar en muy mal luegar alguna de esas personas.
ResponderEliminarUn daimieleño lo puede tener muy complicado para investigar lo que pasó. Otra cosa es que alguien de fuera, aséptico y sin prejuicios, quiera realizar el estudio. Probablemente todos saldríamos ganando con el conocimiento desde ese punto de vista.
¿Investigar? No hay ni una piedra de la antigua cooperativa, y de preguntar sería en la Caja Rural, que fueron sus dueños últimos, antes de vender el solar a una promotora.
ResponderEliminarSi no les interesó en su día a los propios cooperativistas ¿quienes somos los fans totemnarios anónimos para hacerlo?
Aunque ya puestos, a lo mejor si, claro que si, el padre de un tal reconocido y consejero de época socialista vecino nuestro, tenga las respuestas. ¿Quedamos y vamos a su casa?
Hubo más gestores, y trabajadores, y directivos. La cooperativa no fracasó a última hora sino que fue producto de muchos errores e intereses. No hay que buscar culpables sino culpas para no repetir otra vez. No es cuestión el escarnecer a la gente pero sí saber lo que ocurrió para que termine en pisos de la caja rural
Eliminarpocos documentos y actas quedarán para investigar.
Eliminary a los socios es sacarles el tema y no querer hablar de ello.
fdo. un fan totemriano
No no se trata de escarnecer. Estoy contigo. Hay que saber las causas y las decisiones.
ResponderEliminarEl problema es que las decisiones las toman las personas.
LAS POSIBILIDADES DE LAS COOPERATIVAS, JOSÉ LUIS LUCAS Colaborador científico del I. E. S. E.
ResponderEliminarhttp://www.magrama.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/revistas/pdf_reas%2Fr078_06.pdf
El carácter personal de las Cooperativas, que se manifiesta en el conocimiento y trato entre los miembros, nos presenta, por otra parte,una entidad con gran contenido humano; ello unas veces facilita y otras dificulta la ponderación en la apreciación de los hechos y situaciones.(1)
(1) Información interesante puede encontrarse en el informe sobre Cooperativismo de José GARCÍA ABAD, publicado por la revista Actualidad Económica, bajo e] titula «Los demonios del Cooperativismo. El caso de la Daimieleña, una lección que hay que aprovechar». (Número 636; 23 de mayo de 1970.)
Fdo. Un fan.
¡¡¡ Gran aporte !!! Habrá que hacerse con un ejemplar en la Biblioteca Nacional.
EliminarLa Cooperativa es uno de los temas tabú en Daimiel, como el de la desecación y encauzamiento del Guadiana, el aprovechamiento del Dominio Público Hidráulico, el asesinato de José Ruiz de la Hermosa, los tiros durante la procesión de "Los Moraos" y alguno más.
EliminarDel tema de José Ruiz de la Hermosa se ha tratado en las II Jornadas de Historia "Ciudad de Daimiel" en dos ponencias, una de Jesús Gutierrez Torres y otra de Iván Fernández-Gómez:
EliminarEl libro con las ponencias está en las imprentas y se ha publicado este mismo año.
Muchos mayores saben lo que pasó....pero algunas personas siguen siendo intocables. No nos atrevemos ni a nombrarlas.
ResponderEliminarNombrémolas aqui, excusándonos entre el anonimato. Si eso puede aportar algo a la investigación, bienvenido sea.
ResponderEliminarNo me parece ético, aunque la verdad no me faltan ganas y quizá lo merecieran, pero aunque mi familia es pobre, me han dado unos valores y una educación exquisita.
ResponderEliminar“FENAVÍN es como el vino: perdurable en el tiempo, siempre te deja con buen sabor de boca”
ResponderEliminarDe Tapas con Rafael Díaz Salazar, asesor de Fenavín
http://www.elcrisoldeciudadreal.es/2013/04/21/23068/fenavin-es-como-el-vino-perdurable-en-el-tiempo-siempre-te-deja-con-buen-sabor-de-boca/#comment-4982