Tengo un amigo que siempre dice que la Plaza de España daimieleña ganaría mucho, estéticamente, si se prescindiera de los pinos que escoltan el paseo central, y siempre añade un "que me perdonen" porque, precisamente él no es un arboricida sino un buen amante del paisajismo natural manchego y daimieleño. Yo, reconozco que la primera vez que se lo escuché me puse en guardia porque todos los recuerdos que tengo van ligados a esos árboles aunque he visto fotografías de la plaza donde no existía rastro de ellos, y además pensé que prescindir de la sombra en esta tierra manchega con sus estíos apabullantes no tenía razón ninguna de ser, Después, sí, tengo que admitir que viendo las fotos de otras épocas y entendiendo que las plazas manchegas casi nunca se concibieron como otra cosa que espacios abiertos, diáfanos, sin obstáculos de ningún tipo salvo el escaso mobiliario urbano, fui entendiendo mejor lo que mi amigo quería transmitirme y hasta empecé a compartir su criterio.
Por supuesto que no trato de proponer que se supriman los árboles, ya sucumben demasiados cada año a la obra pública y privada y tengo bastante apego porque los árboles cumplan, por sí mismos, su ciclo vital, y estoy seguro de que los pinos, a pesar de no ser un tipo de árbol particularmente ligado a la estética manchega, permanecerán durante mucho tiempo en su lugar y no se si al suprimirlos la alternativa de sombra con marquesinas o toldos sería peor solución estética, pero he de reconocer que visualmente, la imagen de la plaza daimieleña resaltaría más, y si a eso añadimos una cierta uniformidad en el color de las fachadas o las persianas, que no termina de tener, pues, aunque sólo se quede en el plano teórico, doy la razón a mi amigo.
Bueno, ya prescindimos de la sombra de los árboles en San Pedro (todos ellos) y pusieron otros en su lugar que jamás la darán, con la consecuencia de que ha dejado de ser un lugar habitable en verano para convertirse en el mero escenario del templo, una plaza diáfana pero no para la gente. También se ha remodelado la plaza de María Cristina con idéntico sello, desaparición de la sombra y en su lugar, árboles que no crezcan demasiado para que no "tapen" la maravilla arquitectónica de ese lugar. Segunda fase de la tala en altura del Parque del Carmen, también eliminando la sombra en pos de no sé qué. Y es que nuestros ediles siempre han tenido poco apego por los árboles, derribándolos, ninguneándolos, viéndolos como un estorbo en lugar de comprender que las arboledas son el único resquicio habitable en verano en esta tierra extrema. Sinceramente, creo que muchos de esos majestuosos pinos tienen bastante más de monumento (vivo) que los edificios colindantes.
ResponderEliminarA ver en que quedamos, por una parte se alude a monsanto y ahora a los arboles y de como quedaría la plaza sin ellos, tambien que los pinos que no son del paisaje manchego, pues dime que tipo de arboles quieres poner en la plaza que tengan unos parametros acordes con la misma, como son que no levanten el pavimento, que den sombra, y que sean de esta zona, y para ello se ilustra el comentario con la plaza como estaba hace muchos años. Parece ser que se quiere volver al pasado, y si es así, vamos a preguntar si es mejor que las calles esten asfaltadas, (que no son del paisaje manchego) o con cantos como estaban en los años setenta, que si es de esta zona.
ResponderEliminarTambien vamos a volver a las casas con sus corrales y sus retretes que son del paisaje manchego, en lugar de los pisos que tenemos actualmente, y por ende a calentarnos con el brasero en lugar de con la calefacción de gas natural.
Tambien se puede cirtar la construcción de casas y tenerlas encaladas en lugar de la construcción que se realiza en la actualidad, y que las ventanas sean de madera en lugar de aluminio o de pvc.
Mira Manzanares y su plaza, donde está situado el ayuntamiento, tiene palmeras, y me parece que estas son menos de la Mancha que los pinos.
De esta forma darás la razon a tu amigo el 100 %
Luego se molestan si digo que no se enteran de lo que leen pero éste es un ejemplo claro. Se habla de la plaza sin árboles desde un punto meramente estético y desde un plano teórico a partir de la opinión de un buen amigo. Creo que lo explico lo suficientemente bien para ser entendido:
Eliminar"Por supuesto que no trato de proponer que se supriman los árboles, ya sucumben demasiados cada año a la obra pública y privada y tengo bastante apego porque los árboles cumplan, por sí mismos, su ciclo vital, y estoy seguro de que los pinos, a pesar de no ser un tipo de árbol particularmente ligado a la estética manchega, permanecerán durante mucho tiempo en su lugar y no se si al suprimirlos la alternativa de sombra con marquesinas o toldos sería peor solución estética, pero he de reconocer que visualmente, la imagen de la plaza daimieleña resaltaría más, y si a eso añadimos una cierta uniformidad en el color de las fachadas o las persianas, que no termina de tener, pues, aunque sólo se quede en el plano teórico, doy la razón a mi amigo."
Pero da igual, siempre hay quienes leen lo que quieren leer más que lo que está realmente escrito y salen con vueltas al pasado que aquí ni se mencionan.
La plaza tradicional manchega, esa que todavía se da en poblaciones de la zona, son, repito, son diáfanas, preparadas para usos habituales entonces como eran los mercados, festejos, etc..., y lo que aquí se plantea es cómo sería, estéticamente, una plaza de España sin árboles, que en opinión particular de mi amigo mejoraría y que yo, en la teoría, trato de imaginar y comparto el criterio. Pero también digo que no quiero que se quiten los pinos, que quiero que cumplan su ciclo vital y mueran de viejos.
Y dale con el amigo, si te hemos entendido lo que te dijo tu amigo respecto a la plaza y como se quedaría sin los pinos, no hace falta que vuelvas a repetir lo que te dijo tu amigo y que tu lo confirmas con lo que quedaría muy bien y mas diafana la plaza.
EliminarTe dicen que si hay que volver al pasado, cuando se indica lo de las aceras y las calles de guijarros, que es una estampa manchega y no el betun y el acerado de baldosa, lo mismo que la plaza, porque no cambiarla y en lugar de las losas de piedra con sus oquedades no ponerla mas al estilo manchego.
Quitemos los pinos y así se le concederá el capricho a ambos, tambien al amigo para que de esta forma tengamos una plaza diafana con el fin de que quede preparada para usos habituales, para de esta forma poder realizar en la misma el mercado como se hacía en tiempos pasados
Retrocedamos a doscientos años antes
No sé como sería hace 200 años pero no mucho peor que esta pequeña Parla sin gusto y sin orden
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