DOSIS DE PEPEAYUGUISMO (Página nº 963)

El miércoles pasado disfruté de otra dosis de "Pepeayuguismo", esta vez con otro Pepe, Aguirre, como invitado, ahora que ya conocemos que su negocio, el de toda una saga, cerrará próximamente y con ello dará fin uno de los escasos ya negocios emblemáticos de Daimiel. Y aunque al principio se le apreció algo envarado la verdad es que la entrevista fue cogiendo cuerpo y me deparó un rato muy agradable, posiblemente porque al tiempo de conocer anécdotas de ese negocio de la familia Aguirre recuperé recuerdos propios, nomenclaturas pasadas, y de alguna manera vino a recuperar la imagen de otros negocios de los años pasados que habían quedado algo arrinconados en ese desván no siempre organizado que es nuestra memoria.


Quien lea este blog habitualmente recordará que no hace mucho me declaraba abiertamente "pepeayuguista", seducido por un formato de entrevista y un sentido del humor al que he encontrado el punto, y que me hace estar atento a la próxima entrega. Porque tiene la virtud de dar espacio y tiempo a una persona de entre las nuestras, de poder descubrir aspectos o facetas que no conocíamos y en un ambiente amable, cómplice con alguno de los entrevistados, y siempre con ese histrionismo provocado y divertido que hace diferente a otros ese programa.


Y el miércoles, además, por estar el comercio daimieleño en el eje del "Marcial" a través el cierre de "Emilio Aguirre", me dio por pensar que este programa podría haber sido unos años antes porque pensando en la ferretería de mi padre o en la "multitienda" de mi suegro ambos hubieran podido contar, con su memoria excelente, todo tipo de anécdotas y vivencias que rodeaban esos negocios familiares. Sí, como Pepe Aguirre, como muchos otros, ellos hubieran sido unos invitados formidables que tuvieron la paciencia de contarme tantas y tantas cosas de aquellos difíciles tiempos.


Por cierto, que en el próximo invitado, que no diré para no levantar la sorpresa, he participado en la labor de documentación, eso sí, muy brevemente. Estoy contando los días, las semanas, para esa nueva entrega de Pepeayuguismo.