El 11 de abril escribía una entrada, a partir de un comentario, sobre el servicio de Correos en Daimiel:
Después de eso me plantee contar aquí el resultado de una prueba más que un experimento, que consistiría en contar las veces que se reparten cartas en mi bloque a lo largo del mes de mayo.
Bien, hoy es once de mayo y hasta el momento solo un día ha habido reparto: la semana pasada, 4 de mayo, y eso sí, el buzón repleto por varias cartas de entidades bancarias, una carta de la Diputación, una revista y una certificación de donaciones para la campaña de la renta. También, era visible, parecida actividad en el resto de buzones de mis vecinos.
Ni los días anteriores al miércoles 4 ni los posteriores, hasta la fecha, han mostrado que por aquí pasase el cartero. Ni rastro de correspondencia en los buzones.
Balance: 1 día de 10 con reparto y solo tres de esos 10 fueron festivos.
¿Las razones? Sean las que sean no justifican este despropósito. Si falta personal, si el servicio es deficiente, no corresponde pagarlo a los usuarios constantemente. No hablamos de una circunstancia puntual, estamos hablando de algo cotidiano, y salvo que se tenga un apartado de correo y uno se pase por la oficina a recoger su correspondencia no conseguirás que te llegue en Daimiel las cartas en reparto diario.
Si digo que es el peor servicio público de Daimiel no creo que fuera descaminado.
¡Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras!
***
Lo mismo ocurre en los colegios e institutos, que falta personal y nosotros tan calladitos sin hacer nada, ni con el pp ni ahora con psoe y si viene podemos será igual, ya que estos están apoyando al psoe y la cosa no cambia
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, en mi calle tampoco pasan con asiduidad y de hecho esperaba una carta certificada que sabía que me habían enviado y tuve que ir a Correos a por ella ya que pasaban los días y no la repartían. De vergüenza
ResponderEliminarEn la pagina web de correos se pueden poner reclamaciones. Yo he puesto varias (no sé si servirán de algo), os invito a que hagáis lo mismo.
ResponderEliminarYo he ido personalmente a la oficina de correos a quejarme, y no te dan ninguna explicación clara, el encargado de los carteros me dijo que no se sabe si es que no las reparten o son las entidades las que no las mandan, ( una vergüenza), que si la persona que pasa por mi zona es nueva y no conoce bien el pueblo, todo achaques y excusas miserables, pero ni gota de responsabilidad, lo dicho, UNA VERGÜENZA
ResponderEliminarYa que dices que has estado en Correos y has hablado con el encargado de los carteros y expuesto tu queja, pregunto:
ResponderEliminar¿has dejado tu queja por escrito? las palabras no constan en ningun lugar y lo escrito queda registrado.
anonimo de las 9,15 que excusas mas cutres,ni imaginación para eso
ResponderEliminarLas quejas hay que hacerlas por escrito. Siempre y en todo lugar. Cualquier servicio público que creamos no está bien atendido por la razón que sea, hay que poner queja.
ResponderEliminarSé que diréis que no sirve para nada, pero no es verdad. A lo mejor el caso particular determinado, una vez producido el berrinche, pero os pongo el ejemplo.
Si un servicio es utilizado por 1000 personas y solo se quejan, por escrito, 50 (por ejemplo, esperas en el Hospital, que la estación de autobueses esté siempre cerrada, que el correo no llega, que el ave se retrasa...) el responsable de calidad dirá que el servicio funciona "porque no ha habido quejas".
Pero si se reciben 300 o 500 la cosa cambia, porque al responsable le lloverñán las críticas de arriba.
Los de arriba nunca se fijarán en el caso concreto de nadie, pero sí se fijan en el número total de gente que se queja y a partir de ahí, sí que toman medidas.
Los españoles somos más dados al berrinche, al por mis cojones, a montar el pollo, y a la gaseosa, es decir, que luego a la hora de la verdad, no se pone la queja porque "el mal está hecho y no sirve para nada".
Mi caso personal es que no discuto con ningún funcionario, ni dependiente, ni encargado... con ninguno (aunque a veces se me escape alguna expresión de mala leche). Simplemente pido la hoja de reclamaciones, y si en una semana no me contestan, escribo otra. Y así sucesivamente, hasta que por cansancio me contestan. Y casi siempre a mi favor.
Lo dicho, los porcentajes son los porcentajes, y cuantas más quejas por escrito e insistentemente, mejor para todos, porque les fallan las ratios.