domingo, 3 de enero de 2016

LA VOLUNTAD Y LA "FE", ASÍ, ENTRE COMILLAS (Página nº 3420)

Cuando escucho la frase de que "la fe mueve montañas" me da la sensación de que, fuera de lo que escape a la propia voluntad del individuo lo colocamos en el umbral de lo divino, de lo otorgado bien por alguna deidad o por la fortuna. Evidentemente cada cual puede esperar lo que quiera pero me temo que para muchos encomendarse a esa fe es, en parte, una renuncia a su propia voluntad y por lo tanto uno de esos engaños que nos hacemos para no poner de nuestra parte todo lo necesario.

No digo, no soy quien para hacerlo, que muchas cosas puedan escapar a nuestra voluntad y puedan depender de otras circunstancias que no controlamos, lo que sí afirmo es que la voluntad es el arma más poderosa con la que cuentan las personas para conseguir sus objetivos, siempre que estos sean asequibles, posibles, al alcance de nuestras propias posibilidades, y que sin embargo, y lo dice alguien como yo no especialmente voluntarioso a mi pesar, siempre veo que muchas personas, antes de poner toda la carne en el asador, dar de sí todo lo que podría arrancar su voluntad, prefieren encomendarse a ese tipo de fe que es como pasarle el mochuelo a algo a alguien para que resuelva lo que podríamos hacer por nosotros mismos.

Por supuesto que hay cosas que escapan a esa voluntad y ahí puedo entender que apelemos a encomendarnos a esa otra voluntad, la divina, que pudiera estar por encima de las capacidades humanas, como puede suceder con personas con situaciones de enfermedad irreversibles o de enorme gravedad, o situaciones desesperadas cuya solución pareciera depender casi de una acción milagrosa. No negaré yo a nadie e valor de su creencia y de su fe inquebrantable. Lo que sí señalo es que ese umbral no siempre se alcanza, que muchas de esas peticiones que elevamos a cualquier tipo de divinidad, según las culturas y religiones diversas, exigirían de sus autores mucho más de su parte porque buscan acomodo en algo que, indudablemente, depende mucho o todo de su propia voluntad. Yo he visto gente rezar, poner velas, para que sus hijos aprueben exámenes, para dejar de fumar, para que les resuelvan situaciones que tienen su origen y solución en un acto de voluntad completamente humana pero que se prefiere delegar, como si las deidades estuvieran para esa morralla petitoria.

No, yo creo que "la voluntad mueve montañas" y he conocido gente con una voluntad insuperable que me ha ido mostrando lo que alguien puede conseguir si, de verdad, explota todos sus recursos y capacidades. Pero también, y más frecuente, gente que renuncia a sus objetivos porque no es capaz de someter su voluntad a la consecución de estos y prefiere culpar a los demás, a la suerte, a las condiciones o a lo que le venga bien en cualquier momento para excusarse y que, llegado el caso, tira de fe para tapar sus verdaderas responsabilidades.

Insisto, de lo que he vivido me da para tener la certeza de que la voluntad es el arma más poderosa con la que contamos para desarrollar nuestras cualidades y la fe, entendida para esos casos que verdaderamente dependen de nuestra propia voluntad y no queremos reconocer, es una mala subcontrata que solo el azar podría hacer buena, y no suele ser el caso.

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3 comentarios:

  1. Bueno cada uno cree lo que quiere yo creo en DIOS y me va genial se que solo no podria hacer nada chao

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  2. Querido YOTEM: Esto que has escrito es toda una lección para los que intentamos salir adelante. Y bien está que cada cual tenga sus creencias-y yo las tengo-pero sabiendo que hay otras muchas personas que estan a nuestro alrededor, a las que debemos ayudar y tener mmuy en cuenta.

    Pero desde luego, siempre conscientes de que sin nuestra perseverancia no podemos llegar muy lejos, por lo que en cada dia,en cada hora, en cada momento y en cada segundo tenemos que ser siempre constantes y poner de nuestra parte el 100 por cienc de nuestro esfuerzo personal.

    Además os qquiero recordar aquella parabola que dijo Jesus: A quien se le dá un denario debe rendir, al menos, un denario; al que se le den dos rendirá otros dos y sl que reciba 10 debe intentar alcanzar otros diez.
    Y todo eello se alcanza con voluntad, pues por mucha fe que se tenga si no nos esforzamos, no solo no adelantaremos sino que retrocederemos

    A todos los hombres y mujeres de buenaa voluntad os deseo a todos lo mejor para este 2016 que apenas ha andado un poquito.

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