sábado, 11 de julio de 2015

EL AZAR COMO ESPERANZA, LA LUDOPATÍA COMO ENFERMEDAD (Página nº 3226)

Ya saben, en Daimiel se ha abierto un salón de juegos y apuestas en la calle Arenas y otro más lo hará en breve en la calle Santa Teresa. Puede, incluso que no sean los únicos. El azar, en época de crisis, y todavía lo estamos, al menos a nivel de la calle  y la microeconomía, se ha convertido, tristemente, en la esperanza de muchísimas familias, ignorando voluntariamente que la solución individual de alguno convivirá con el agravamiento del problema de muchos más, los que en verdad terminan financiando con sus pérdidas esos difíciles premios y el "cuponazo" empresarial de quien monta estos "mini-casinos".

Se agarran, ya ven, al azar pensando que si hasta ahora la fortuna les ha dado la espalada en algún momento habrá de compensarles, y tratan de sedar su conciencia obviando el montante total del dinero que se les va persiguiendo esa quimera.

Tengo la sensación de que, precisamente, el resurgimiento de este tipo de negocios es un síntoma claro de que a la calle no ha llegado nada de los datos macroeconómicos, las estimaciones y los pronósticos y previsiones de los organismos internacionales. Hemos ido pasando de la proliferación de inmobiliarias, en la década anterior, a la eclosión del "vendo oro" y ahora, a esta especie de "Lourdes laica" que son las casas de apuestas y los salones de juego.

Y tras ese rayo de esperanza mucha gente sucumbe. Incluso a los que les toca, creyendo que todo está de su lado y podrán repetir la fortuna. Conozco a algunos de aquellos y de estos, y en ocasiones, por supuesto, la tragedia que viven y que alcanza a sus familias. Porque el Estado nos ha ido cebando con diferentes modalidades, cada vez más numerosas y atractivas, nos ha ido acercando al límite de una ludopatía casi socialmente consentida. Total, somos mayorcitos y cada cual puede jugarse lo que quiera y tenga suele decirse, o eso de a nadie le ponen una pistola para apostar o rifarse el jornal y lo que sea. Cierto, debe ser que confiamos muchísimo en el alma humana y creemos estandarizados el sentido común, la reflexión, la prudencia y el autocontrol y que los que caen lo hacen por propia iniciativa, pero yo no lo creo así, pienso que los juegos de azar están perfectamente diseñados para inducir a seguir jugando, que saben de la debilidad humana, de sus carencias, y las explotan hasta llegar, en algunos casos, a desarmar la propia voluntad y a convertir en enfermos a gente que casi siempre negará estarlo a ojos propios pero que a ojos ajenos no admitirá discusión alguna el que esté atrapado.

No es que esté yo por prohibir los juegos de azar pero sí que habría que regularlos más, ponerles cierto coto a su expansión, gravarlos de forma que financiaran parcial o totalmente las terapias de quienes caen finalmente en la enfermedad, pensar en las personas, pensar en las personas, pensar en las personas, pensar en las personas...



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17 comentarios:

  1. Este tipo de juegos de azar, debería estar más controlado, ya que la persona que se engancha no sabe como salir de ahí, y cada vez hunde más la economía familiar

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  2. Como de costumbre vuelvo a estar en desacuerdo contigo. Según tu argumento una parte de las ganancias que obtengan los salones de juego (fruto de su trabajo) debe ir a sufragar las terapias de quien cae en la adicción... y para nada debe ser así.
    Los salones de juego llevan a cabo una actividad empresarial tan lícita como puede ser cualquier otra; por esa regla de tres una parte de las ganancias que obtengan los dueños de estancos debe ir a la Asociación Española Contra el Cáncer no? Quizás esté desinformado y ya una parte de sus ingresos vayan a parar allí, corrígeme si me equivoco.
    Y te lo digo yo, que una vez al mes más o menos, realizo alguna apuesta deportiva para ver si cae la breva.
    Quien entra en esos salones ya sabe a lo que se expone, y está informado. Solo faltaría que los salones de juego tuvieran moral y ética... es como si en un bar el dueño deja de servir una copa a alguien porque está empezando a ponerse contentillo... Venga ya.
    Donde se ponga la pela, el pensar en las personas desaparece. Es duro pero es así.

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    1. Bueno, si tu te conformas con eso pues vale. Yo doy mi opinión y lo mismo que el tabaco es un producto legal, aunque lo que contiene el cigarrillo daría para entender que en esas condiciones (con inhibidores para la metabolización, potenciadores de la nicotina, broncodilatadores, anestésicos, etc..) cabría cuestionar la legalidad no del tabaco sino del producto que se vende como tal. Pero además está contabilizada su incidencia en enfermedades y el coste que supone y con la cantidad de impuestos debería sufragarse ese gasto sanitario que, aparentemente, se realiza así pero oficialmente no hay constancia de que se dedique especificamente esa parte de impuestos. Ocurre como con el famoso céntimo verde, que era recaudatorio, se fijaba con ese adjetivo para hacernos creer que se destinaba al medio ambiente por el tema de emisiones de CO2 pero nadie sabe a ciencia cierta que se dedicara a tal cosa.

      Yo pienso que aquellas actividades legales de las que se conoce su incidencia negativa sobre salud, medio ambiente, etc... ha de penalizarse de modo que sufraguen el daño colateral. Tú piensas de otro modo y lo respeto, pero yo tengo claro que aquellas actividades nada inocuas tienen la obligación de financiar su falta de inocuidad, y las personas, vuelvo a decir, deben estar por delante de la pela. Y es duro tener que conformarse con lo contrario.

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  3. La culpa siempre es del estado. Tambien nos ponen un monton de bebidas alcohólicas delante de tus ojos y tu decides cuando paras.

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    1. Estarás conmigo en que no hablas por tí para plantear lo que sucede con todos. La adicción de sebe a muchos condicionantes pero hay personas que ya no tienen la capacidad de elegir como tú o yo y que la gestión del alcohol no es igual en todos los países, con lo que el Estado también juega un papel importante que no conviene ignorar.

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    2. claro, pero esto que dices es distinto a lo que dices al principio

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  4. Lo que hay que leer: algunos todavía no se han enterado de que la ludopatía es una enfermedad, y como tal hay que tratarla con psicólogos, terapias de autoayuda, acciones grupales y un largo y nada fácil recorrido una vez que se entra en este pozo sin fondo.

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  5. Yo le propongo al alcalde que haga un carril bici y que ponga termometros en algunos puntos de la localidad.

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  6. Lo curiosos es quien abierto los salones de juego

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  7. Nadie hoy en dia hace nada por oblgacion,cada cual hace con su vida lo q le place,q ya somos mayorcitos para culpar a los demas de nuestros males

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    1. ¡Qué ignorancia y qué falta de sensibilidad! Están más enfermos los que se creen sanos y eso sí que es un problemón. Lo que les place redunda en los demás y aquí no hay mayorcitos sino irresponsables

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  8. Puede que confundas libertad con irresponsabilidad.
    Si esa irresponsabilidad tiene consecuencias negativas luego lo pagamos todos con gastos sanitarios, de rehabilitación o de incapacidad.

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    1. joder.joder.joder,pues no respires q el aire esta contaminado y enfermaras y eso contrae gastos,no comas q engordaras y mas de lo mismo,pero ten cuidado q si no comes mas de lo mismo,no bebas agua q esta contaminada y asi por todas y cada una de las cosas q hacemos a diario,por lo tanto somos todos unos irresponsables?

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  9. Totem, se nos ha muerto Krahe.

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    1. ¡Vaya, no veas como lo siento! Para mí era un tipo muy especial.

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    2. Me mandó la noticia un amigo que sabía de mi predilección por él y todavía estoy tratando de digerirlo

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